Rafael Lobato CastroEn el puerto de Zihuatanejo todavía en febrero se sentía el clima de invierno y no el de ‘infierno’ caracterizado por el fuerte calor. Por las céntricas calles caminaban las parejas de gringos y canadienses que disfrutaban el benigno clima. El turismo seguía siendo el motor económico de la otrora aldea de pescadores. En la mesa reservada por tiempo indefinido del café ya se encontraban instalados Don Casi y Don Sebas, el par de ancianos pioneros del puerto, para una más de sus polémicas charlas vespertinas. La mesera llegó con las dos grandes tazas del delicioso, aromático, humeante café guerrerense y con un plato de galletas de mantequilla y chocolate. En el aparato de sonido del lugar se escuchaba la emotiva voz de Ana Gabriel con una canción de su autoría, ‘Destino’: “Pensar que el tiempo pasó/ y ella nunca volvió/ dejó que el cielo se hiciera gris./ Por dentro él se murió/ como se muere una flor/ y con la espera llegó la edad/ y así murió…/ Con ilusiones marcó su destino/ pero no quiso escapar/ nunca se supo por quién lloraba/ él nunca quiso hablar./ Hoy se preguntan con gran tristeza/ quién le arrancó el corazón/ quién se ha llevado con su partida/ todo el valor de amar, de amar./ Desde que solo quedó/ se le olvidó sonreír/ y allí en silencio esperó, esperó/ y así murió…/ Con ilusiones marcó su destino…/”-Distinguido viejo cara de momia –inició la tertulia Don Casi después de beber un sorbo del brebaje negro-, hay una película de ciencia ficción de nombre ‘Blade Runner’ donde trabaja Harrison Ford, Sean Young, Rutger Hauer y Edward James Olmos. La película presenta una visión futurista de la ciudad de Los Ángeles donde son perseguidos unos seres humanos artificiales producto de la ingeniería genética llamados ‘replicantes’ ya que fueron exiliados de la Tierra. Pues bien, el personaje de Sean Young es una replicante de última generación, que para creer ella misma que es humana se aferra a tener recuerdos, fotos de su infancia, recordar su pasado, algo que se le dificulta a pesar de implantes de memoria porque nació ‘adulta’.-¿A qué viene todo ese rollo viejo cara de ciruela pasa? –preguntó Don Sebas curioso.-Recordé la película porque en la casa uno de mis bisnietos comentó que usted y yo nos reunimos en esta mesa sólo para vivir de los recuerdos; que el pasado ya lo debemos dejar enterrado y vivir el presente sin mirar atrás en lo que nos resta de vida. Y yo le aventé una cátedra que al final lo dejó callado, rumiando mis palabras. Le mencioné que al igual que las naciones, las personas no pueden enterrar el pasado, que deben conservar su memoria, que todo eso que se vivió, se disfrutó, se sufrió, es la experiencia que nos ha moldeado en la persona o país que somos en el presente. Le pregunté si él quería enterrar lo que sabe de la vida de Cuauhtémoc, Benito Juárez y Lázaro Cárdenas, hombres que defendieron la soberanía de su patria. Y esos recuerdos de nuestra juventud y madurez en el viejo Zihuatanejo es lo que al recordar, como una máquina del tiempo, es lo que nos ha permitido seguir con vida y tomando mejores decisiones. A diferencia de los jóvenes de hoy, los llamados ‘millennials’, mitad humanos y mitad robots porque nacieron pegados a máquinas como los teléfonos celulares y que sólo viven para el presente, tal vez con razón porque no ven un país con futuro.-De sus recuerdos Don Casi, ¿qué es lo que más extraña del viejo Zihuatanejo?-Extraño Don Sebas las viejas charlas de política con Don Salvador G. Espino en la banca fuera de su tienda en la esquina de Juan Álvarez con Cuauhtémoc… extraño los bailes populares donde todos nos conocíamos en el Palacio Federal, hoy Museo Arqueológico… extraño el pozole de las hermanas Romero que preparaban con motivo del día de la virgen de Guadalupe… extraño atravesar la laguna de Las Salinas en mi canoa cuando el vaso de agua todavía no olía a mierda… extraño sacar almejas chocolata con Don Jerónimo Rincón por el rumbo del Capricho del Rey, o sacar las grandes almejas rojas en playa El Almacén que estaban prácticamente en la orilla y se podían sacar con el culo al aire… extraño el abundante olor a copra del coco cosechado en mi huertita… extraño las tardes de dominó con los doctores Armando Morales y Vicente Castro… extraño las noches de billar a la luz de una lámpara Coleman con Don Máximo Merel… extraño las paletas de hielo que vendía Doña Celia Galeana… extraño los carnavales de la familia zihuatanejense, de ambiente sano rompiendo en la cabeza cascarones con confeti y con bailes en la explanada de la calle Juan Álvarez… extraño el silencioso transporte de las carretas de bueyes… extraño ir a cazar venados por la noche con Don Oliverio Maciel a lo que es hoy la zona hotelera de Ixtapa y quedarse a dormir en la playa… extraño ver a Don Ángel Tellechea ‘Chamberina’ tratando de robarse una base al jugar beisbol… extraño gritarle ¡cácaro!, en el cine a Don Jesús Amaro, el ‘Guajiro’, representante absoluto de La Noria… extraño ir a pescar pez vela con el ‘Garrobo’ Lara… extraño al caer la noche escuchar la radionovela de Chucho el Roto… extraño ir a pescar en la madrugada en el pequeño muelle ya desaparecido frente a Casa Elvira que sale en la película ‘La vida no vale nada’ con Pedro Infante y Lilia Prado… -Tiene usted razón, recordar es vivir. Ahora estamos en un Zihuatanejo totalmente diferente, brutalmente transformado a partir de la creación de la zona turística de Ixtapa a mediados de los años setenta del siglo pasado. Y mientras la de la guadaña no nos llamé, aquí nos reuniremos para hablar libremente de lo que usted guste. Y en los temas de la ‘polaca’ local Don Casi, ¿hasta ahora cómo ve el trabajo del Ciudadano Errante y Errado?Don Casi meditó un momento la respuesta y contestó:-Parece que no termina de cuajar Don Sebas. Gasta la pólvora en infiernitos. Los árboles no lo dejan ver el bosque. Uno lo podría imaginar en interminables reuniones con sus consejeros y directores para hacer obras públicas importantes para el desarrollo sustentable de la ciudad fijando presupuestos, personal, tiempos. Nada de eso. Y su aparato de comunicación no lo ayuda. Por ejemplo, en una nota que aparece en el periódico La Voz de Zihuatanejo se cabecea: “Este año no hay recursos (y para el próximo pos quién sabe) para que planta de tratamiento de San José (Ixtapa) entre en servicio”. Un solo de maracas y güiro a cargo de la Bruja Ladota. Así es fácil mandar boletines de prensa. Los siguientes serían: “Este año no hay recursos para reparar los tejabanes ni el Paseo del Pescador”; “Este año no hay recursos para limpiar de mierda la bahía”; “Este año no hay recursos para todo lo que urge en Zihuatanejo y eso que nos ha entrado un chingo de dinero con el impuesto predial”. Otro boletín que realmente parece una mamadencia dice así: “El Ciudadano Errante y Errado puso en marcha el operativo Mochila Segura”. Algo que le correspondía al director de Educación, pero como él no tiene nada que hacer… Yo modificaría el operativo por ‘Mochila Segura y Lonchera Saludable’. Los policías municipales con su mirada penetrante revisarían que no llevaran bazucas, rifles AK-47, ojivas nucleares; y en la lonchera decomisar esos pastelitos que tienen más azúcar que harina y esas bebidas que tienen más azúcar que agua. La lonchera debe llevar coctel de frutas (además de la manzana de la maestra), emparedados, perdón, sándwiches de ensalada César, o tentempiés como pepino, jícama y zanahoria picados con jugo de limón y chile en polvo. Aunque en verdad, a los jóvenes no hay que revisarles la mochila, sino revisar sus sueños, sus ilusiones, sus metas, sus objetivos en la vida y cómo los piensan lograr. Y eso se debe hacer en el hogar, no dejar a los maestros todo el trabajo de educación, sobre todo la ética. Imagine un Informe de Gobierno que diga: “Este año tapamos treinta baches, reparamos cuarenta luminarias y revisamos sesenta mochilas”. Suena bastante jodidón, muy tercermundista. Y para esos actos se ponen ropa de gala. -Interesante propuesta Don Casi.-Y escuche al compadre Torcuato que me encontré en la mecedora en el corredor de su casa fumando silenciosamente su puro al venir hacia aquí. Por cierto, le manda saludos. Le pregunté sobre los 100 años de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Él se quedó un buen rato en silencio reflexionando su respuesta y cuando pensé que se había quedado dormido dijo: “La Constitución es una Antología de 136 minicuentos llamados artículos. A cien años de promulgada sigue quedando en el terreno de la ficción. Por ejemplo, el artículo 3 habla del derecho a la educación y el artículo 123 habla del derecho al trabajo. Una cosa es tener el derecho a ambas cosas y otra cosa es tenerlos en la realidad. ¿Usted sabe de niños y jóvenes que abandonan sus estudios sobre todo por falta de dinero y son buscados por la fuerza pública para que regresen a la escuela? El artículo 25 habla de la rectoría del Estado en el desarrollo económico nacional cuando en la realidad es todo lo contrario, el Estado es un simple espectador que ve cómo manejan los hilos de nuestra economía el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Tesoro de Estados Unidos, las empresas transa-nacionales sobre todo gringas y los monopolios de sus cuatachos. Pobre México que es una rémora del tiburón de Estados Unidos del cual no se quiere despegar; tal vez sueña con ser como Puerto Rico, en el papel con independencia pero en la realidad una estrella más de la bandera de las barras y las estrellas. Y como ejemplo final el artículo 109, que es el que me produce más risa porque habla de las sanciones a funcionarios públicos, su lectura es digna de una comedia porque yo conozco a dos o tres pillos locales que en vez de estar en la cárcel son premiados con nuevas chambitas para seguir mamando del presupuesto; y si yo lo sé porque tengo los pelos de la burra en la mano, también lo deben saber los servicios de inteligencia de las autoridades responsables y no hacen absolutamente nada”. Después de eso el compadre Torcuato calló y yo me despedí para no llegar retrasado a la mesa Don Sebas. El par de ancianos ya no comentaron nada. Al parecer el compadre Torcuato lo había dicho todo. La mesera llegó con la segunda ronda del brebaje negro.