Rosario HernándezChilpancingo, Gro., (Octubre 3, 2017).- El cierre de las tres líneas que prestaban el servicio público Chilpancingo-Chilapa, ha dejado en el desamparo económico a más de 350 familias que vivían directamente del sustento de las 176 urvans que conectaban a la capital con la Montaña baja.La inseguridad, el asesinato de más de 20 conductores en lo que va del año, quema y robo de unidades, dejaron sin trabajo a choferes, postureros, checadores, secretarias y concesionarios, estos últimos quienes decidieron cancelar el servicio, cerrando sus puertas el 17 de septiembre, las empresas de La Montaña y Dos Costas, así como Morelos, las cuales albergan el mayor número de unidades, 65 y 62, respectivamente (de acuerdo a datos oficiales de la Dirección de Transporte estatal).Más tarde, tras el asesinato de un chofer y la quema de una unidad, el 22 de septiembre se unió a la cancelación de su sitio la línea Águilas Doradas quedando sin servicio 49 urvans más.Los casi 60 kilómetros de distancia de la carretera Chilapa-Chilpancingo, han sido adjudicados a dos grupos criminales que operan en la zona, quienes a través de las redes sociales, han lanzado mensajes de advertencia a los transportistas para que eviten transitar por esta vía, ya que están realizando “una limpia”.Los pocos choferes que se atreven a denunciar de manera anónima, testifican que la famosa limpia, es dejar sin transporte a Tixtla-Chilapa -Tlapa, “aislar a estos municipios” para controlar las entradas y salidas.Ejemplificando el caso del autobús incendiado el pasado 26 de septiembre; dicho transporte privado entró en funciones a la semana de que cancelaron las líneas de urvans, cubría la misma ruta, siendo dos los que ya operaban; por lo que ese día fue interceptado por hombres armados quienes se desplazaban en una camioneta a unos 5 kilómetros de la capital, donde bajaron al chofer y los pasajeros, robaron sus pertenencias, rociaron gasolina y prendieron fuego al camión.Ante esto ahora prestan servicio los taxis locales de Chilpancingo, quienes hasta el momento no han registrado ningún incidente, triplicando el cobro de 65 a 160 pesos.El fin de semana se anunció un operativo conjunto entre el gobierno del estado y el Ejército Mexicano, quienes instalarían módulos de seguridad en toda la carretera.A raíz ello, este martes, realizamos un recorrido por la vía carretera federal, partiendo de Chilpancingo, “por la pista” de cobro, que une la capital con la salida de Tixtla y que inicia el recorrido hacia Chilapa, no se observó ninguna patrulla, ni policías.Al llegar al poblado del Ahuejote (Tixtla) ahí fueron puestos conos anaranjados para reducción de velocidad y solo se observó una patrulla estatal, con seis elementos, uno de ellos fotografió el auto en que viajábamos, mientras otro realizó anotaciones en su cuaderno.Antes de llegar a Chilapa, por parte de elementos del Ejército instalaron dos puesto de revisión; uno a la entrada de la comunidad de Ayahualulco y otra en el arco en la entrada al municipio, dichos filtros que ya estaban instalados mucho antes del anuncio del mandatario estatal, lo que refiere que aún no se ha puesto en marcha el operativo anunciado.