Baldemar GómezChilpancingo, Gro., (Mayo 28, 2017).- Salvador Rangel Mendoza, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, dio a conocer que la llegada de nuevos grupos de la delincuencia organizada a Guerrero, mismos que ya operan en regiones como la Tierra Caliente, Chilapa e Iguala, provienen de entidades tales como Puebla y el Estado de México.La tarde del domingo, con motivo de la 51 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, dejó en claro que “desgraciadamente se nos están colando grupos del Estado de México, Michoacán y Puebla, situación por demás preocupante”.Insistió en que muchas veces no son tantos los grupos delincuenciales que operan en Guerrero, si no los que vienen del estado de Michoacán, Estado de México e incluso de Puebla, hecho que señaló nadie lo puede controlar.Dijo que en días pasados se registró un problema en la comunidad de Chontaihuatlán, municipio de Tetipac, donde un grupo se apoderó de unos centros educativos, evitando el transporte, pero que además otro grupo armado llegó y mató a dos hijos del jefe delincuencial de ese lugar.Insistió que a través de los sacerdotes se han ido calmando las acciones violentas, con el auxilio de la Policía del Estado, acto en el que lamentablemente fueron desarmados y tuvo que salir la policía de ese lugar.Señaló que él quiere defender al clero, a las religiosas, a los catequistas y también a los católicos, porque consideró que es mejor tener estos canales abiertos que cerrarlos. Y que hasta ahora no tiene acceso hacia ellos, para ejercer el diálogo y poder disminuir la violencia en Guerrero.Rangel Mendoza dijo que por Tixtla y Chilpa opera uno de los grupos, de los que omitió sus nombres, que le ha sido difícil comunicarse, lugares donde se han generado diversos problemas.Por lo que dijo que su homólogo del municipio de Tlapa, Dagoberto, cuestionaba qué podía hacer para dialogar, porque le estaban cobrando derecho de piso de la catedral, “los que a través del diálogo se fueron, eso es bueno”.Recalcó que ya llegó otra banda delincuencial al municipio de Tlapa, que a lo mejor viene del estado de Puebla, debido a que está muy cerca. “Es mejor comunicarse con ellos que cerrarlos”, en referencia al problema de comunicación que tuvo con el gobierno estatal, concluyó.