Baldemar GómezChilpancingo, Gro., (Junio 17, 2018).- Taladores privados han hecho de la suya, depredado de manera clandestina al menos 500 hectáreas de bosques en el municipio de Ayutla de los Libres, región de la Costa Chica, lo que ha afectado gravemente los mantos acuíferos principalmente, la desaparición de flora y fauna, por lo que ante este problema las autoridades municipales, estatales y federales se han visto totalmente pasivas, apáticas y complacientes o coludidas.Al ser entrevistados, comuneros de la parte alta del municipio de Ayutla, que omiten sus nombres por temor a represalias, dijeron que camiones cargados de madera, principalmente pino y amate amarillo, bajan de la zona tlapaneca y mixteca, sin que cuenten con el permiso de las autoridades correspondientes, denunciaron.Señalaron que la tala de madera de forma clandestina representa uno de los grandes negocios para los aserraderos que se encuentran en la cabecera municipal y también para aquellos que la venden en otras partes del estado, e invitaron a las autoridades federales para que hagan operativos después de las diez de la noche a las tres de la mañana, cuando están llegando a la cabecera municipal de Ayutla y que les verifiquen su permiso, “si no cuentan que se detenga a los taladores de árboles”.Uno de los pobladores de la comunidad del Camalote, denunció que son personas desconocidas las que llegan a talar los pinos, que no presentan permiso extendido por alguna autoridad local y que lo hacen de forma desmedida, ya que en poco tiempo han deforestado gran parte de los cerros, están matando a los bosques y se van extinguiendo los animales silvestres.Agregó que este problema ha llevado a pelearse con los campesinos, debido a que los árboles que talan son los que están en los cerros, los de mayor tamaño y que ellos se han encargado de mantenerlos limpios para que crezcan lo más grande que se pueda.Recalcó que estos árboles son los que nos ayudan a que llueva y tengamos agua abundante en los ríos, pero estas personas sólo dicen que sí tienen permiso pero no lo muestran y trabajan por las noches cortando los árboles, bajando la madera, sin que nunca alguna autoridad los acompañe para que el pueblo esté conforme, mencionó don Aurelio “N”.Señaló también que ninguna autoridad u organización social hace nada al respecto y dejan que se roben la madera de la zona indígena de Ayutla para sacarle provecho, mientras los cerros se están quedando sin árboles y sin animales, matando a los mantos acuíferos.No obstante, acusaron que los taladores continúan deforestando áreas que cuentan con árboles de otro grosor y especies que no fueron contemplados en la autorización de corte, todo sin permiso, advirtieron.Asimismo, los pobladores relatan que cuando se originan incendios en la zona, son ellos los obligados a sofocarlos sin recibir ningún curso en prevención y tratamiento de incendios y aquellos taladores de árboles sólo se sirven con la cuchara para beneficiarse.Manifestaron que las autoridades locales hacen caso omiso a los reclamos, “no hacen nada las autoridades municipales, al parecer están coludidas, debido que se hacen ojo de hormiga, como que no pasa nada, y los cerros están quedando sin árboles maderables, sin que los ejidatarios sean tomado en cuenta”.Por último, los denunciantes hicieron un llamado a las autoridades de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semaren), así como a la Procuraduría de Protección Ecológica (Propeg) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), quienes no han respondido a las quejas de los ejidatarios inconformes, a pesar de que estén desapareciendo especies de árboles consideradas endémicas de la región de Ayutla.