Zihuatanejo, Gro., (Diciembre 13, 2016).- El presidente de la Cooperativa Yates del Pacífico, Jesús Álvarez Orozco, denunció que la capacidad de la planta tratadora de aguas negras La Marina rebasa la del sistema de drenaje sanitario y de desfogue, por lo que cada vez que han intentado verter las aguas tratadas a la laguna, éstas brotan por las alcantarillas y coladeras de la avenida Paseo de Las Salinas.Por dicho motivo, la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Zihuatanejo (CAPAZ) trabaja “al vapor” y de manera misteriosa en los terrenos de Las Salinas en la introducción de una tubería paralela a la pluvial, para que por ella pueda salir el agua de la planta tratadora.Álvarez y varios de sus compañeros protestaron porque “todo está oculto, que pongan unas mantas, para saber qué es lo que se va a hacer, que sea público”.Y es que comentó que desde días anteriores, las autoridades locales han estado trabajando en la colocación de tubería subterránea procedente de La Marina a lo largo de la orilla de los terrenos, hasta que de repente se percataron de que las labores de instalación comenzaron a atravesar Las Salinas, invadiendo dos concesiones de cooperativas, con miras a sacar el tubo al cuerpo de agua colindante a la bahía de Zihuatanejo.Por lo que una comisión de hombres de mar afectados acudió a la paramunicipal del agua potable, donde por fin les dieron a conocer la obra. Se trata de un nuevo ducto de vertimiento de las aguas tratadas, el cual además de estar perjudicando el área de los terrenos concesionada para reparaciones de 2 cooperativas, afectará la parte del espejo de agua utilizada por dichas agrupaciones para el atraque.“Hacer una ampliación de una planta de tratamiento y no contemplar dónde vas a echar las aguas, sólo en México pasa”, criticó al tiempo de precisar que entre las cooperativas Yates del Pacífico y Altamar hay 35 perjudicados: “hicieron la planta con bombo y platillo, pero ahí está la calidad de la obra, mal proyectada”.La queja también obedece a que la nueva salida del tubo de la planta dañaría el mangle, pese a tratarse de un delito federal. Por lo que la obra necesitaría un Manifiesto de Impacto Ambiental para no ser clausurada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).