Enrique Guevara AyvarZihuatanejo, Gro., (Mayo 18, 2017).- Al perderse la actualización tecnológica para mejorar el campo, los campesinos también perdieron interés para trabajarlo y éste ya no es rentable, aseguró el coordinador de Obras Públicas, Homero Bravo, quien aseguró que otro factor en contra son las condiciones climatológicas adversas para el cultivo de productos que dependen de las lluvias.El campo dejó de ser rentable desde hace varios años, cuando dejó de llegar la tecnología a este región de la Costa Grande, donde las condiciones del terreno no son la más viables si no hay lluvias suficientes.Sin exagerar-dijo el entrevistado- nuestro campo en el municipio presenta un atraso de más de cien años ante otros estados, como los del Norte del país, porque campesinos de las zonas rurales del estado se encuentran completamente desactualizados y es obvio que esta gente requiere de mucha capacitación.Otro factor en contra de los hombres del campo del estado pero principalmente de los zihuatanejenses, es la nula enseñanza de cómo comercializar sus productos, porque es evidente que los empresarios y comerciantes del ramo se aprovechan de los campesinos comprando sus productos a precios de risa, mientras ellos los venden cinco veces más caro, destacó Homero Bravo.Añadió en la entrevista que otros problemas que afectan la economía de los campesinos de Zihuatanejo de Azueta es la falta de una verdadera red carretera que comunique esta región con las ciudades del Centro del país, tomando en cuenta que la carretera nacional que va de Zihuatanejo al Estado de México por la sierra madre tiene más de 40 años de antigüedad.Aseguró que la inseguridad y la falta de señalamientos hacen que esta vía sea muy poco transitada de Zihuatanejo a Toluca, provocando una descompensación en el citado mercado, tomando en cuenta que el mercado del Bajío ya estaba desarrollado.Por todo lo anterior, a los campesinos de Zihuatanejo de Azueta se nos hizo muy caro producir lo que en otros estados más avanzados ya comercializaban mucho más barato, mientras que acá -acotó- jamás hemos tenido tecnología a la mano y trabajamos de manera artesanal.De los pocos productos que bajan los campesinos artesanales de la sierra a la ciudad y puerto para su comercialización, éstos se ven frenados por inspectores que les niegan el derecho de vender directo al consumidor evitando con estas acciones negativas que se beneficien productores y consumidores.Finalmente el funcionario nativo del campo local, fue directo al grano diciendo que es urgente se abran espacios al productor en un tianguis donde se podrían ubicar al mismo tiempo a vendedores irregulares que hacen su comercio en banquetas.
