EL QUE NO SABE GOBERNARSE A SÍ, ¿CÓMO SABRÁ GOBERNAR A OTROS? / MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
Rafael Lobato Castro
La tarde refrescaba en el puerto de Zihuatanejo cuando Don Casi y Don Sebas, el par de ancianos pioneros del puerto de Zihuatanejo, llegaron a su primera cita vespertina del año 2020 en la mesa reservada por tiempo indefinido del céntrico café. La mesera llegó de inmediato con las dos grandes tazas del delicioso, aromático, humeante café guerrerense. ‘Bienvenidos’ dijo ella abrazando a sus clientes consentidos y se retiró. En el aparato de sonido del café se escuchaba una melodía muy a tono con el momento, ‘El año viejo’ en la voz de Tony Camargo: “Yo no olvido al año viejo/ porque me ha dejado cosas muy buenas/ ay, yo no olvido al año viejo/ porque me ha dejado cosas muy buenas./ Me dejó una chiva/ una burra negra/ una yegua blanca/ y una buena suegra./ Ay, me dejó una chivita/ y una burra muy negrita/ una yegua muy blanquita/ y una buena suegra./ Ay me dejó, me dejó, me dejó./ Me dejó cosas muy buenas, cosas muy bonitas”.
Don Casi después de beber un sorbo de la bebida aromática y con aire reflexivo dijo:
-Dos cosas Don Sebas, la primera, hay una versión de esta canción muy sabrosa en piano con Raúl Di Blasio; y la segunda, cuando lo vi llegar pensé que usted era una visión de ultratumba porque realmente es difícil de creer que haya logrado superar la cena de año viejo. Parece usted una momia viviente digna de una película de El Santo.
-Gracias por sus buenos deseos Don Casi. Son correspondidos. Las fiestas decembrinas disfrutamos buenos momentos con la familia reunida. Ya sabe usted que al lomo y pierna de cerdo con salsas dulces le entro poquito. Eso sí, me tomé varios vasos de ponche que prepara una de mis nueras, y confieso que les puse un poco de ron añejo para calentar la barriga.
En esos momentos pasaba por ahí y se acercó a la mesa el periodista Alejandro Alvarado González, editor del periódico ‘La Voz de Zihuatanejo’, y saludando al par de viejitos dijo:
-Buenas tardes Don Casi y Don Sebas. Muchas veces los he visto platicando en este café y quiero aprovechar para desear lo mejor en el año que inicia e invitarlos para que colaboren en el periódico con alguna crónica del puerto o una opinión política.
Don Casi y Don Sebas respondieron el saludo y Don Sebas agregó:
-Joven Alvarado, gracias por la invitación. Conocimos a su papá Don Héctor Alvarado, fundador del periódico. Igual conocimos a su abuelo Don Domingo Alvarado. Y si no me equivoco ‘La Voz de Zihuatanejo’ es el único periódico impreso parido en nuestro querido puerto que todavía podemos leer en papel en nuestras manos. Ya desaparecieron periódicos y revistas políticas como ‘Zihuatanejo Presente’, de Amador Sánchez; ‘Tornado Informativo’, de Lucio Hernández Muñiz; ‘Diario de Zihuatanejo’, de Héctor García Cantú; ‘CadaLunes’ y después ‘CadaDía’, de Juan Antonio Escobar Castillejos; ‘El Forjador’, de Don Rogelio Obscura; ‘Enlace’ de Rafael Rivera Millán; ‘Razones’, del doctor Alejandro Rodríguez Espinoza; ‘La Brecha Guerrerense’, de Rolando Gutiérrez Farías; ‘El Resumen’, de Francisco Valencia Torres; ‘La Verdad del Pacífico’, de Abelardo Abarca Rendón; ‘Costa Libre’, de Silvestre Pacheco León; o el suplemento ‘Zihuatanejo-Ixtapa’ de Héctor Aranda, en el ‘Diario 17’, entre otros que escapan a mi memoria. ‘La Voz’ ya tiene sus añitos…
-26 años formando lectores –respondió Alejandro Alvarado-. Pueden escribir de lo que gusten. Haciendo memoria, los comentarios políticos que hacen aquí en la mesa pueden llegar a redactarlos a la casa y enviarlos a la redacción.
-Yo escribo en una vieja máquina de escribir portátil Remington –dijo Don Casi.
-Yo tengo una Olivetti. Aunque uno de mis nietos me regaló hace poco una computadora de escritorio y ya con tres clases aprendí a encenderla –agregó Don Sebas.
Alejandro Alvarado sonrió y aclaró:
-No importa si sus escritos son en máquina de escribir, yo me encargo de ‘capturarlos’ y ‘subirlos’ a la página del periódico. Y por si no entendieron, yo los vuelvo a escribir en la computadora y los envío para que aparezcan publicados tanto en el periódico impreso como en nuestra página de internet. Pueden hablar del viejo Zihuatanejo, de personajes inolvidables como Don Oliverio Maciel, el ‘Rey Neptuno’; de las tradiciones que se han perdido como las pastorelas que se organizaban en Agua de Correa, primer núcleo poblacional, y llegaban a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en el puerto; de las viejas familias de La Correa, los Pineda, los Nogueda, de cuando los niños oriundos andábamos chirundos jugando en las calles; de las comidas de antaño, de sucesos relevantes para que los conozcan los jóvenes zihuatanejenses. O incluso como cápsula cultural, agregar la letra de la canción que se escucha ahora en el aparato de sonido del café.
-En esas pastorelas que menciona, hacía el papel de diablo Pantaleón Espino. Por eso la gente decía que el diablo es-Panta. No faltaba a ningún velorio. Y sobre las opiniones políticas, ¿se trata de soltar chingadazos a diestra y siniestra o de quemar incienso a la autoridad en turno? –mencionó Don Casi.
Alejandro Alvarado volvió a sonreír y respondió:
-Todos sus comentarios, sus opiniones, son bienvenidos. Como en muchas cosas de la vida, y ustedes lo saben, en la política no hay simplemente blanco y negro, sino muchas tonalidades, y ‘La Voz de Zihuatanejo’ maneja la libertad de prensa. Pienso que más que preocuparse por la censura deben preocuparse por la autocensura. De hecho, en las redes sociales se expresan opiniones que antes jamás se publicarían por no tener fundamentos, por no investigar la verdad.
Don Casi y Don Sebas se miraron extrañados. Don Casi dijo:
-Joven Alvarado, nos habla en idioma marciano. Las únicas redes que conocemos son la atarraya, el chinchorro y la red de la cancha de volibol.
-Ya nos cayó el 20. Y no hablo del año, sino que se puede expresar una opinión y respaldarla con ideas firmes y datos verificados. Yo solamente le pediría un consejo joven Alvarado –agregó Don Sebas-, si usted publica un texto, un escrito de Don Casi, por favor, no lo acompañe con su fotografía porque perdería usted a muchos de sus lectores.
Alejandro Alvarado ya no pudo evitar la carcajada.
-El calamar le dijo al pulpo –comentó Don Casi.
Alejandro Alvarado se despidió diciendo:
-No dejen en saco roto mi invitación. Estaré esperando sus comentarios. Aquí dejo mi número de teléfono celular y el correo electrónico del periódico, por si aprenden a mandar sus opiniones.
Ya solos nuevamente el par de ancianos continuaron su diálogo.
-Me quedo pensando que podríamos hacer una columna a ‘Cuatro manos’, como el título de una novela de Paco Ignacio Taibo II. Pues una cosa que me gustaría decir en un escrito es el extraño caso del partido de la borregada al viejo estilo, el RIP (Rest In Peace, o en buen castellano, Descanse En Paz). El partido político que actualmente a nivel federal está sobajado, bocabajeado; que a nivel estatal está en veremos; y que a nivel municipal al parecer no hay quién le haga sombra. Pero en política, como en la rueda de la fortuna, lo que ahora está arriba, mañana está abajo –comentó Don Casi.
-El problema con el partido de las viejas mayorías es que para tomar las grandes decisiones olvidó pedir la opinión a sus bases, a los jóvenes. Las candidaturas, los cambios de forma pero no de fondo, eran decisiones de cópulas…
-De cúpulas Don Sebas, de cúpulas. Bueno, en el RIP no ven con buenos ojos las ‘mañaneras’ del presidente ‘Cabecita blanca’ porque ellos estaban acostumbrados a que los presidentes emanados de su partido deberían ser como tótems, como monolitos a los que había que adorar sin restricciones; que se quedara callado y sólo hablara para dar órdenes a los súbditos. Nunca se hicieron a la idea de que las cosas deberían cambiar no sólo de forma sino de fondo. Y estuvo por aquí en el puerto el conocido como ‘Toro sin Cercas’, que ahora mama de una senaduría. Es muy conocido por sus frases pintorescas como aquélla de ‘Mejor ser naco que narco’. Se anduvo placeando, dando baños de pueblo porque no lo confiesa por los tiempos pero quiere ser gobernador. Y hay gente que cree que las poses campechanas, la personalidad populachera hacen buenos gobernantes, recuerde al expresidente del mostacho y las botas. De lengua me puedo comer muchos tacos.
-Sí Don Casi. Voy a anotar sus comentarios por si me animo a mandar algo al joven Alvarado.
-No se le olvide darme mis créditos para que pongan mi nombre con negritas.
El par de ancianos pioneros del puerto recibieron la segunda ronda del brebaje negro mientras se ensimismaban en sus pensamientos.