DECIR LA VERDAD ES SIEMPRE REVOLUCIONARIO / ANTONIO GRAMSCI
Rafael Lobato Castro
-¡Ahora sí tiene usted voz de hombre! –comentó sonriendo Don Sebas al sentarse Don Casi en la mesa reservada por tiempo indefinido del céntrico café y responder a su saludo.
-No chingue Don Sebas, voy saliendo de una fuerte infección de la garganta por estreptococos. Por eso la voz más gruesa. El doctor me fastidió las nalgas por dos días con inyecciones de penicilina –contestó Don Casi.
-¿No será que anduvo usted besando a un chino y lo contagió de coronavirus?
-El que tiene hambre en pan piensa –cerró la broma Don Casi.
Por un momento el par de ancianos pioneros del puerto de Zihuatanejo guardaron silencio mientras observaban a parejas y grupos de turistas norteamericanos con la piel color camarón a las brasas caminar por la calle. A ellos poco les importaban las advertencias de su gobierno de no viajar a nuestro querido estado de Guerrero por los problemas de inseguridad. Aquí orgullosamente podemos decir que sólo matan a puros paisanos. La mesera llegó con las dos grandes tazas del delicioso, aromático, humeante café guerrerense para sus clientes consentidos con un plato de galletas de avena y nuez. En el aparato de sonido del café se escuchaba la voz de Bienvenido Granda, ‘El bigote que canta’, con una de sus canciones emblemáticas, ‘En la orilla del mar’: “Luna, ruégale que vuelva/ y dile que la espero/ muy solo y muy triste/ en la orilla del mar./ Luna, tú que la conoces/ y sabes de las noches/ que juntos pasamos/ en la orilla del mar./ Recuerdos muy tristes me quedan/ al verte en la noche alumbrar,/ recuerdo sus labios sensuales/ y su dulce mirar, mi gran amor./ Luna, ruégale que vuelva/ y dile que la quiero/ que solo la espero/ en la orilla del mar…”
-Don Sebas –dijo Don Casi después de beber un sorbo del brebaje negro-, mis bisnietos y tataranietos hablan un español diferente a nosotros. Yo digo cantina y ellos dicen antro; yo digo pocillo y ellos dicen taza o tarro; yo digo almanaque y ellos dicen calendario; yo digo encalabrinar y ellos dicen joder la vida.
-Y eso no es nada Don Casi. Ahora con esto de las computadoras y teléfonos celulares ya adoptaron varias palabras gringas que no entiendo ni madres. Se necesita tener un diccionario millennials-español y español-millennials.
-¡Cómo cambian las cosas! Hasta en la forma de comprender el amor. Ahora es puro consumismo con esto del 14 de febrero. Inicialmente se festejaba como el día del amor, pero los comerciantes se dieron cuenta que muchas personas no tenían una pareja, ya sea por feos, pobres, o falta de labia para conquistar, por lo que agregaron ‘día del amor y la amistad’. Para que por lo menos a una amiga o amigo regalarle unas flores, globos o chocolates. Las ventas están primero.
-Escuche viejo cara de ciruela pasa lo que dijo el veterano actor Harrison Ford al venir a México a presentar su reciente película ‘El llamado salvaje’, basada en una novela de Jack London, sobre la vida en el bosque de un hombre con su perro –comentó Don Casi y se ajustó los lentes de Jaimito el cartero para leer-: “La naturaleza es mi religión.
La naturaleza no necesita a los hombres, los hombres necesitan a la naturaleza. Todos los problemas de la naturaleza se curarían fácilmente si desapareciera la humanidad. Somos los animales más destructivos de la historia. Nuestro ego enorme nos impide reconocer cómo un mundo natural saludable puede traer beneficios a nuestras vidas”.
-Creo viejo cara de momia que llegará el momento, y ya no nos tocará verlo, en que haya un control mundial de la población. Aunque se molesten todas las religiones. Un par de hijos por matrimonio para sustituir a los padres con el fin de evitar el daño que se le sigue haciendo a la naturaleza por la sobrepoblación como lo dice Harrison Ford. Se trata de la supervivencia de la especie con espacio para vivienda, agua y alimento suficiente para todos. No olvidar la premisa de la película de Charlton Heston ‘Cuando el destino nos alcance’, donde al final hay que comer galletas hechas de carne humana. Por ejemplo, si por lo menos unos diez años se respetara una veda en nuestra querida bahía de Zihuatanejo, el litoral de nuestra concha geográfica se repoblaría con ostión, lapa, percebes, cucaracha, e incluso almeja. Pero eso es un sueño guajiro. El hambre es canija y más el que se la aguanta. Hasta que el mar se canse de alimentarnos.
-Y ya que habla de los viejos tiempos Don Sebas, en que para comer un ostión lo teníamos que cortar en cuatro partes por su gran tamaño, me hizo recordar que acabo de leer en ‘La Voz de Zihuatanejo’ que en ‘Agua de Correa’ están organizando su propio carnaval buscando recursos propios.
-¿Y usted Don Casi recuerda que hace unos días el joven periodista Alejandro Alvarado nos invitó a colaborar en su periódico sobre alguna pequeña crónica del puerto e incluso alguna opinión política? Pues bien, yo podría escribir una crónica donde platique que ahí en ‘La Correa’ a fines de los años 40’s del siglo pasado Doña Cesárea ‘Chaya’ Pineda Abarca, mamá de Silverio Valle Pineda, presidente municipal de 1957-1959, sacaba el radio de su casa y la gente se acercaba y sentaba para escuchar los programas de la XEW. Hubo niños caguengues y chirundos que pensaban que la voz brotaba de unas ‘personitas’ que había dentro del aparato. Y después también hacía lo mismo Doña Juana González, esposa de Don Rubén Quevedo, sacando su radio de bulbos para que la gente escuchara la voz de Jorge Negrete.
-La gente que bajaba de la sierra no decía Petatlán, San Jeronimito, o Zihuatanejo, sino el pueblo, el barrio, o el puerto, respectivamente.
-Y otro dato curioso. Acaban de certificar a Playa Quieta como playa limpia, cuando hubo un tiempo que se llamaba Playa Hedionda, con ese nombre apareció en algunos mapas, al parecer por una ballena que quedó varada en la playa y al descomponerse de manera natural, soltó aromas hediondos; pero llegó Fonatur y con un gran esfuerzo mental logró encontrar el nuevo nombre de Playa Quieta.
-Muy ciertos sus datos Don Sebas. ¿Y sobre el asunto de las opiniones políticas quiere mencionar algo?
-Claro que sí, pero antes pongo algo para adentrarnos en el tema. En nuestro querido idioma tenemos pocas palabras con letras K y W. Hace poco leí ‘quiosco’ en un periódico, creo que oficialmente debería ser una palabra que quede como ‘kiosco’ para usar más la K, ya que tenemos pocas palabras con dicha letra como kilogramo, kilómetro, koala, kayac, kermes, kerosén. Pues bien, es el mismo caso de la W. La usamos poco. En whisky, wapití, waterpolo, winchester, western. Sin embargo, hay un apellido de un paisano guerrerense que empieza con W, empresario de gasolineras en Acapulco, pero es impronunciable para los militantes del partido ‘Piel Canela’ porque sienten que siendo fuereño del partido, les quiere robar la candidatura a gobernador por supuestamente llevar la delantera al tomarse una foto apapachado por el presidente ‘cabecita blanca’. No pueden tragar esa W, así como no se quiere escribir quiosco con K.
-Juar, juar, juar. ¿Y sobre el trabajo realizado por el Ciudadano Chamaco hasta ahora?
-En la calle se escuchan puros comentarios positivos Don Casi. Con su joven equipo de trabajo le están echando ganas. Entre él y el gobernador se avientan piropos sobre el regreso de los cruceros. A cada rato inaugura obras de pavimentación de calles por las colonias que abrazan al primer cuadro de la ciudad. Supongo que consigue cemento a buen precio y eso ayuda a reducir los costos. Todavía nos queda a deber esa palmerita que se secó al remodelar la Plaza Kioto. Dicen que va en caballo de hacienda para la reelección. Esperemos que eso no le traiga problemas con su tío que trabaja en el ‘Pillazi’. Y es que el tío abandonó a los pedorristas por no darle la oportunidad de conducir los destinos políticos del puerto; y ahora en su regreso al RIP, él quiere también poner su granito de arena.
-Mmm… falta año y medio Don Sebas, pero a muchos ya les calentaron la cabeza. En el partido ‘Piel canela’ hay como 20 suspirantes y así, seguramente no ganan porque la elección los agarrará trenzados del chongo.
-Y otro asunto interesante. Ahora que se está haciendo el nuevo muelle municipal, algunos vecinos quieren aprovechar para cambiar de lugar la estatua de José Azueta. Según ellos, porque está en actitud amenazadora a los visitantes que llegan por barco. Y estoy de acuerdo con ellos. Ya alguna vez hice el comentario que un gringo al bajar de su yate y ver la estatua levantó las manos y dijo: “No me chingues mexicanou, me rindo, vengo en son de paz. Baja tu AK47. Yo nou querer problemas, vengo por tequila, langostas y souvenirs”. Sin embargo, aquí entraron lo que nos dijo el joven Alvarado, las redes sociales, esa comunicación por las computadoras y celulares donde hay otro grupo, sobre todo los que la pusieron ahí, en que exigen que se quede en el mismo lugar. Y sucede igual que sobre la pregunta de ¿cuál es el mejor platillo mexicano, el mole o el pozole? La discusión todavía no termina. Y es que es cuestión de gustos, de algo subjetivo. Así con la estatua. Y aquí el problema para los que no la quieren ahí es el voto de calidad de los marinos. Y es que Azueta más que ser un héroe de los zihuatanejenses, es un héroe de la Secretaría de Marina. Y si el contralmirante dice que aunque sea la traerá en la cabeza, pues eso se hará. Tal vez sería más simbólico para el puerto en ese lugar una estatura del ‘Rey Neptuno’, nuestro buen amigo Oliverio Maciel. Incluso con su tridente, al estilo Aquaman.
Sonriendo, el par de ancianos pioneros del puerto recibieron la segunda ronda del sabroso café.