Eduardo Morán C.
Cuando veo la serie de hechos que han marcado la historia de nuestro país, me pregunto: ¿Con qué dedo dios escribió en el cielo nuestro eterno destino? Y llego a pensar que quizás utilizó un dedo del pie.
¿Por qué tuvo que ser la ambición comercial, y no el conocimiento, lo que estuvo detrás del descubrimiento de América y la posterior conquista de México? Sobre todo, considerando que España pasaba por su Siglo de Oro.
¿Por qué Quetzalcóatl no era moreno y lampiño? Si ningún dios azteca era blanco y barbado ¿De dónde sacó dios inculcarles semejante y estrambótica idea a los aztecas?
¿Por qué fue la búsqueda de riqueza, y no de libertad, lo que atrajo a los europeos a la Nueva España? De haber sido así, quizás nos hubiéramos evitado el Santo Oficio, la Guerra de Reforma y la Cristiada. Tal vez hoy no diríamos orgullosamente “soy pobre pero honrado” si no “soy exitoso gracias a dios y a mi esfuerzo”.
¿Por qué tuvo que ser el cura Hidalgo, y no el cura Morelos, el escogido para iniciar la Lucha de Independencia? De haber sido Morelos, la guerra hubiera terminado en menos de un año y sus consecuencias muy distintas. Si los dos eran curas y contemporáneos, ¿Por qué no fue “el siervo de la nación” y no “su alteza serenísima” el padre de la patria?
Uno de los pocos aciertos que tuvo dios al escribir en el cielo nuestro eterno destino, fue haber escogido a Juárez para encabezar la Reforma. Por desgracia, una golondrina no hace verano.
¿Por qué escogió dios al inocente Madero para iniciar la Revolución? De plano el supremo no se midió. Una revolución encabezada por un cándido espiritista. Ni la burla perdona el señor.
¿Por qué, tuvo que ser Fox el presidente que iniciara la alternancia? Habiendo tantos ciudadanos capaces, y sobre todo, sabiendo dios que el “alto vacío” no cambiaría sistema nos mandó tamaña penitencia. ¿Por qué te ensañas tanto con tu rebaño, señor? ¡Piedad! Recuerda que uno de tus representantes nos dijo aquí mismo: “México, siempre fiel”.
No se vale, pues.
¿Por qué nos mandó dios está pandemia en épocas de la 4T? Si el extraño enemigo que con su pie profanaría nuestro suelo era el Covid-19, resulta muy mala onda que en nuestro eterno destino, dios haya escrito también que AMLO sería el presidente que le tocara enfrentarla. Dios, ¿No encontraste alguien menos necio?
En fin, dejo mis reflexiones semana santeras para otra ocasión, no vaya a ser que además de pandemia y de “guerra, guerra en el monte, en el valle”, en la ciudad, en las calles, y los hogares, dios decida también, que “retiemble en sus centros la tierra”, y entonces sí, más vale que nos agarre “confesados”.
Es todo…