Zihuatanejo, Gro., (Julio 30, 2024).- Una bolera y un bolero se resisten a desaparecer en su labor de la limpieza de calzados en la plaza Libertad de Expresión, aquí en el puerto de Zihuatanejo.
La entrevistada manifestó: “hoy en día tenemos poco trabajo y los materiales que utilizamos para el aseo del calzado son caros, como la tinta y la grasa”.
Indicó que esto viene a afectar directamente las ganancias de los aseadores, por lo que el costo de la boleada es de 50 pesos.
La bolera con buen humor recordó al mimo del cine mexicano Mario Moreno “Cantinflas”; dijo que desde temprano llega a limpiar su área de trabajo, luego alista la silla adaptada con porta pies para recibir la llegada de algunos clientes.
Aunque ahora son menos que hace 10 años y es cada vez más complicado subsistir como bolero.
Ella es de las pocas mujeres que se esfuerza por conservar este oficio en el puerto de Zihuatanejo.
No obstante, en la actualidad parece ser que el trabajo de bolero está a punto de ser olvidado, esto porque las nuevas generaciones no recurren al tradicional servicio para hacer lucir sus zapatos.
Con tristeza revela que el oficio de lustrador de zapatos o limpiabotas es un negocio que ya no deja, “la gente pasa, pero no se detiene y camina de largo”.
Esta noble actividad tiene más de un siglo de historia y es parte de la cultura mexicana, pero al paso de los años, quienes se dedican a brindar este servicio se han dado cuenta que va en franca decadencia el ser bolero.
Antes, era un trabajo que rendía culto al esplendor del calzado y hoy en día apenas se gana de 100 a 150 pesos al día, que es muy poco y por eso no hay personas que ejerzan el oficio de bolero.