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CAFÉ POLÍTICO
Rafael Lobato CastroLas lluvias finalmente estaban refrescando al puerto de Zihuatanejo. La tarde nublada se prestaba para degustar una o varias tazas de café charlando con un buen amigo. En la mesa reservada por tiempo indefinido del céntrico café ya se encontraban el par de ancianos pioneros de la vieja aldea de pescadores, Don Casimiro y Don Sebastián. La eficiente mesera al ver llegar a sus clientes consentidos dejó las dos grandes tazas del delicioso, aromático, humeante café guerrerense junto con un plato de gorditas de harina. En el aparato de sonido se escuchaba una clásica canción cubana en voz de Compay Segundo, ‘Guantanamera’, melodía sabrosa, pegajosa, interpretada también por muchos cantantes como Celia Cruz, José Feliciano, Julio Iglesias, Demis Roussos, Joan Baez, e incluso la versión instrumental del organista mexicano Juan Torres se empleaba como introducción en transmisiones de Radio Habana Cuba a fines de los años 60’s del siglo pasado. Compay Segundo, entre fumada y fumada a su puro, entonaba los siguientes versos: “Guantanamera, guajira guantanamera/ guantanamera, guajira guantanamera./ Yo soy un hombre sincero/ de donde crece la palma/ y antes de morir yo quiero/ echar mis versos del alma./ Guantanamera, guajira guantanamera./ No me pongan en lo oscuro/ a morir como un traidor/ yo soy bueno y como bueno/ moriré de cara al sol./ Guantanamera, guajira guantanamera./ Con los pobres de la Tierra/ quiero yo mi suerte echar/ el arroyo de la sierra/ me complace más que el mar./ Guantanamera, guajira guantanamera./ Tiene el leopardo un abrigo/ en su monte seco y pardo/ yo tengo más que el leopardo/ porque tengo un buen amigo./ Guantanamera…”-Mi estimado y excelentísimo Don Sebas –inició la tertulia con una sonrisa Don Casi después de beber un sorbo del brebaje negro-, cumplí con la tradición de ir a bañarme a la playa el día de San Juan, aunque tuve que sustituir la playa Principal por playa La Madera por asuntos de protección a mi salud. Y debo confesar que a usted lo noto bien de salud. Mientras yo tengo molestias con la espalda baja y una de las rodillas, usted debe tomar alguna pócima, además del café guerrerense, para conservarse bien.-Nada fuera de lo normal Don Casi – respondió Don Sebas entrecerrando los ojos por el humo de su taza del aromático-. Un poco los cuidados de la familia, la comida sana, las caminatas por el centro del puerto, y hasta la protección de la diosa yoruba Yenmayá, reina del mar y protectora de los barcos y pescadores.-Ahora que dice eso de comida sana Don Sebas el otro día la parentela joven preparó y me sirvió un ceviche de ¡coliflor! ‘No chinguen –les dije-, me vieron cara de esos fanáticos llamados veganos. Si nosotros somos privilegiados, podemos conseguir de inmediato unos buenos filetes frescos de sierra, de huachinango, o de flamenco en la playa Principal o en el mercado central para preparar el ceviche. Conmigo no prueben sus experimentos’.-Juar, juar, juar Don Casi. No hay que ser exagerado. Las verduras y las frutas son alimentos sanos sobre todo para la gente de la sexta edad como nosotros. No olvide que esos fanáticos como usted les dice, utilizan la soya como sustituto de la carne, haciendo chorizo o “carne” para hamburguesas. Algo sano y nutritivo.-Y ya que habla de la gente de la sexta edad, hay varias damas sancas, más zihuatanejenses que el palmito, los chiquiliquis y el piliján, que todavía las tenemos con nosotros, aunque algunas de ellas un poco delicadas de salud. Una de ellas es Doña Silvina Árciga Elisea, que recientemente cumplió sus 99 años de edad y fue festejada por sus hijos, los hermanos Reyes Árciga. Ella vive muy cerca del Centro Social, seguramente los fines de semana le chingan el sueño la música de los bailes y fiestas que ahí se realizan.-Ya empezó usted con sus quejas Don Casi. Vea el lado positivo de las cosas. Esos ingresos por renta del Centro Social ayudan mucho a las cansadas arcas municipales. Para el escándalo de eso que ahora llaman música bastan dos tapones de algodón. Mejor recordemos cosas de nuestro viejo Zihuatanejo ahora que platicamos de ceviches de coliflor y arañas panteoneras. Don Manuel Allec -padre de los hermanos Allec Galeana-; Don Jorge Bustos, el querido ‘Capi’, expresidente municipal y cronista de la ciudad; y Don Teófilo Olea, tuvieron algo en común. Los tres llegaron al puerto para realizar la compra de mariscos que llevaban a vender a la ciudad de México. Seguramente los tres en su primera visita dijeron: ¡Qué chingón está este lugar! El Capi Bustos y Don Teófilo Olea llevaron el marisco piloteando sus propias avionetas. Incluso Don Teófilo Olea llevaba buzos desde aquí, a Caleta de Campos, Michoacán, para que le sacaran langosta. En México, nuestra famosa y gigante almeja roja –ahora desaparecida de la bahía y lugares cercanos- se anunciaba en un restaurante de la avenida Insurgentes de nombre “Playa Bruja”. El mismo dueño del restaurante llegó a venir a comprar el marisco. Además de llevarse grandes cargamentos de almejas y langostas, Don Manuel Allec se “robó” en el buen sentido de la palabra, a Doña Adelita Galeana (qepd); El ‘Capi Jorge Bustos’ se “robó” a Doña Esperanza Espino; y Don Teófilo Olea se “robó” a Doña Minerva Rodríguez. Aunque Don Teófilo y Doña Minerva emigraron del puerto. Doña Esperancita y Doña Minerva son también personas sancas de la tercera edad que todavía están con nosotros, aunque con problemas de salud.-Usted insiste en volver la vista y la memoria al pasado Don Sebas. El Zihuatanejo de la vieja aldea de pescadores ya es tiempo muerto. Ahora debe ver hacia adelante, hacia cosas como el Facebook o los ‘líderes del marketing’. Ya no se quede anclado en ese pueblo de las viejas familias donde no existía la maldad actual. Tiene que soltar ese lastre de la moral y las buenas costumbres. Mejor hable del pestilente tema de la política, ese ámbito donde todos se quieren mover para salir rápidamente de la pobreza. -Si usted quiere Don Casi. Y lo primero que le digo es que después de conocer sobre las elecciones en los estados de México, Coahuila, Veracruz y Nayarit estoy muy decepcionado de los Institutos Estatales Electorales. Ya desde que muestran las primeras cifras sobre resultados electorales producen confusión y enojo. Se muestran como apéndices del partido en el gobierno en turno. Unas simples marionetas del gobierno estatal que no respetan los votos. ¿Y si no se respeta el voto ciudadano para qué hacen tanta faramalla? Mejor que confiesen que quieren ser caciques eternos y gastar el dinero de las elecciones en obras sociales. Me preocupa el próximo año con el respeto al voto para presidente de la república. Se corre el peligro de un estallido social al repetir algo parecido a lo que acaba de decir el presidente venezolano: ‘Si el voto no nos favorece, entonces tenemos las armas”. Allá para mantener un socialismo trasnochado, aquí para mantener un neoliberalismo caduco. -Hay que esperar al próximo año Don Sebas. Hay un candidato que lo van a surtir de excremento con el apoyo de la televisión. Y es que a ese candidato se le ocurre decir que un país no debe ser tan desigual económicamente entre sus habitantes. Que los pobres tengan un poquito más de dinero para poder comprar, y que los ricos tengan un poquito menos de dinero para que la olla de vapor del humor social no explote. Y esas declaraciones ¡sí que calientan a la élite tecnócrata! ¿Y en los temas locales algo que comentar?-Lo de siempre Don Casi. Me entero por los periódicos de cosas curiosas como que la gente humilde de las colonias populares le festeja al Ciudadano Errante y Errado el arranque, el inicio de obras públicas como electrificación y drenaje, y entiendo que son necesidades básicas para llevar una vida decente en el hogar. Sin embargo, pienso que el festejo lo deberían realizar al terminarse las obras, porque luego se acaban los presupuestos y dejan las obras inconclusas. Además no hay que aplaudir eso, es su trabajo y se les paga bien. Y esperemos que la administración no termine en desastre porque todas son como barriles sin fondo que ningún dinero les alcanza. Me entero también que al director de Desarrollo Urbano se lo chamaquean los ‘fufurufos’ de playa La Ropa quedándose con espacios públicos, ¿él estará enterado? Y la ocurrencia del director de Tránsito Municipal, un taxista que en el cargo parece juez y parte, hijo de Doña Petrita Abarca -otra gran señora de la tercera edad de nuestro querido puerto y que actualmente vive en La Chivera-, que exige un permiso de carga y descarga a los proveedores del pequeño comercio que visitan la ciudad por un solo día. Y lo curioso del asunto es que los agentes de tránsito piden el permiso ¡cuando el proveedor no está cargando o descargando mercancía! Muchos proveedores no están dispuestos a pagar si no hay un recibo o factura oficial. Eso hará que el pequeño comercio se vea en dificultades para surtir sus mercancías y tener que cerrar, afectando a la economía local. -Caray Don Sebas, por eso estamos como estamos. No entienden que no entienden.El par de ancianos recibieron la segunda ronda del sabroso café mientras se encerraban en sus pensamientos.