Rafael Lobato CastroCon la entrada de junio el calor no disminuía. Rachas de viento fresco apenas afectaban el clima imperante. De las lluvias nada, simplemente esperar. En la mesa reservada por tiempo indefinido del céntrico café ya se encontraban instalados Don Casi y Don Sebas, el par de ancianos pioneros del puerto de Zihuatanejo. La mesera dejó las dos tazas del delicioso, humeante, aromático café guerrerense junto con un plato de galletas de nuez y con un guiño de ojos se alejó de sus clientes consentidos. En el aparato de sonido del café se escuchaba una canción en inglés: “It’s no time to make a change/ just relax, take it easy./ You’re still young, that’s your fault/ there’s so much you have to know./ Find a girl, settle down/ if you want you can marry/ look at me, I am old, but I’m happy…” Don Casimiro con sus conocimientos de música pop en inglés ubicó la melodía. “Es de Cat Stevens, ‘Father & son’ (Padre e hijo)”. Y con el poco inglés que aprendió de Don Máximo Merel y Mr. Brothers, la tradujo mentalmente: “(El papá) No es momento para hacer un cambio/ simplemente relájate, tómalo con calma./ Aún eres joven, esa es tu debilidad/ todavía tienes mucho que aprender./ Encuentra una chica, estabilízate/ si quieres puedes casarte/ mírame a mí, estoy viejo pero soy feliz./ Alguna vez fui como tú y sé que no es fácil/ estar tranquilo cuando te das cuenta/ que algo está pasando/ pero tómate tu tiempo, piénsalo muy bien/ piensa en todo lo que has conseguido/ porque todavía estarás aquí mañana/ pero tus sueños puede que no./ (El hijo) ¿Cómo puedo hacer para explicarle/ si cuando lo hago él nunca está de acuerdo?/ Siempre ha sido lo mismo, la misma vieja historia./ Desde el momento en que pude hablar/ se me ordenó que escuchara/ pero ahora tengo una alternativa/ y sé que tengo que marcharme/ sé que debo irme./ (El padre) No es tiempo para hacer un cambio/ sólo siéntate, tómalo lentamente./ Mírame estoy viejo pero soy feliz./ (El hijo) Todas las veces que lloré/ guardando todas las cosas que llevo dentro./ Es difícil, pero es más difícil ignorarlo./ Si ellos tuvieran razón estaría de acuerdo/ pero son ellos los que no me conocen/ ahora hay un camino/ y sé que tengo irme lejos/ sé que tengo que irme”.-Don Casi –inició la tertulia Don Sebas después de beber un sorbo del brebaje negro-, escucho esa canción y me recuerda, porque me recalienta que nuestros cuitlatecas modernos utilicen palabras en inglés cuando existe la propia en español. Por ejemplo, para decir botana dicen ‘snack’, no chinguen; para decir empaque dicen ‘blister’, otra jalada; y para decir, administrador, que también puede ser camarero, dicen ‘steward’, mamadencias para sentirse de alcurnia. Y una noticia triste: se nos adelantó a la otra vida Doña María Engracia Maldonado, estimada vecina de la vieja aldea de pescadores, como nosotros, ya de avanzada edad. Descanse en paz. El sincero pésame a Doña Elfega y Don Luis Olvera, sus hijos.-Así es Don Sebas, así es. William Faulkner dijo: “El pasado nunca está muerto. Ni siquiera es pasado”. La gente de nuestra camada poco a poco nos abandona físicamente y lo que nos queda es recordar las anécdotas que compartimos juntos. En algún lugar nos volveremos a encontrar. Y pasando a temas del calor permita platicarle que ayer tuve que salir como a la una de la tarde por el muelle para reunirme con alguien de la familia y me encontré a Doña Segismunda que lo primero que dijo es: “Don Casi con el calor que se siente este año nos podría pegar ‘rabia’ por andar en la calle”. Yo le tenía guardado algo de hace unos ayeres. “Doña Segismunda” –le contesté-, usted y yo hemos vivido toda la vida en el puerto y siempre ha hecho calor por estas fechas. Y el próximo año será lo mismo. Si no queremos quejarnos del calor tenemos la opción de ir a vivirnos a Groenlandia. Y se ha descubierto científicamente que no por quejarnos mucho del calor, éste disminuye. Y le apuesto un kilo de filete de dorado que en tres meses usted se estará quejando de las inundaciones y los ciclones culpando al ‘cambio climático’ y ya no recordará el calor. Además –y aquí es donde quería llegar- recuerde que ese árbol grande y frondoso que estaba frente a su casa usted lo mandó cortar con las excusas que ‘hacía mucha basura’, ‘que las raíces podrían romper sus tuberías’, y que en una tormenta ‘podría caer sobre su casa’ como si el árbol fuera el culpable de arrimarse a su casa, cuando en realidad fue su casa la que se arrimó al árbol, y esa fue la sentencia de muerte. Ese árbol le proporcionaba a usted una inmensa sombra y lograba una ligera ‘refrigeración natural’ alrededor de su casa. Tirar ese árbol como muchos otros grandes ‘viejos verdes’ de nuestro querido puerto de Zihuatanejo -que no es lo mismo con los que son de ‘rabo verde’- es lo que ha provocado que el calor nos chingue y chingue todos los días Doña Segismunda”. Doña Segis simplemente torció la boca y me dijo: “Usted Don Casi, entre más viejo más chocante”.-Juar, juar, juar, eso es lo que le pasa por no ser ‘políticamente correcto’ Don Casi. Y entró junio y el festejo del día de la Marina, el día primero, que hacía que los marinos simplemente hicieran el acto oficial, mientras ya desde los viejos tiempos, pescadores y lancheros armaban tremendas borracheras llenando alguna panga con hielo y cervezas en la playita que se hacía en la bocana de Las Salinas y a la que alguna vez estuve invitado. Y el 24 de junio, día de San Juan, era obligatorio irse a bañar a la Playa Principal, algunos aprovechando para estrenar su calzón de baño y jugueteando entre las olas la paisanada nos poníamos a platicar. Aquí sí se aplicaba lo que algún día pensó y me dijo un turista michoacano sobre nosotros, los que vivimos al pie del mar. Que todos los días nos levantábamos para disfrutar de nuestras playas y al caer la tarde regresábamos a nuestros hogares y así todos los días dejando el pueblo abandonado. Además la fecha del día de San Juan era el anuncio, el aviso para iniciar la siembra del maicito para hacer las tortillas.-Los viejos tiempos cara de ciruela pasa, los viejos tiempos. Cuando personas como Don Amador Campos padre rechazaban la presidencia municipal porque ni siquiera podía gobernar su casa. Y ahora todo mundo se jala de las greñas por el poder, para lograr mi bienestar. Quiero agradecer a todos los candidatos a la presidencia municipal por gastar lana, tiempo y esfuerzo, para que mi familia y yo podamos tener una vida más decente, más segura.-No chingue Don Sebas, ya entró al tema nauseabundo de la política. En la casa en las reuniones familiares es el tema de moda. Unos apoyando a un partido, otros a otro instituto político… y yo simplemente escuchando feliz porque mi parentela tiene la libertad de expresarse, de decidir y ser tolerantes con los que piensan diferente. Yo, como usted sabe, a veces usando la ironía a manera de lección educativa que haga reflexionar. Cuando me han preguntado sobre mis preferencias dejo un poco a la imaginación y suelto una cátedra: “Algunos sancas apoyan a un partido político porque conocen sus estatutos y han sido militantes fieles; otros apoyan porque en la campaña reciben un pago en efectivo por hacer ‘talacha’, labores de logística; otros más porque son gente cercana a los candidatos y quieren una chambita en el ayuntamiento, significando esto un sueldito seguro cada 15 días. Y a veces no es el partido, sino el candidato el que mueve a las masas. Algunos, los pocos, piensan en el progreso de Zihuatanejo; otros, la mayoría, en realidad piensan en su bienestar y el de su familia aunque eso signifique que el puerto camine como los cangrejos, hacia atrás”. Y ese comentario suelta toda una confrontación verbal que tiene como condición el respeto.-Yo conozco algunos sancas que por temas de la política aplican la ‘ley del hielo’ a parientes, mientras sus candidatos se abrazan después de acordar repartir el pastel. Bien dice un dicho encontrado en internet: “Los políticos y los pañales tienen una cosa en común: ambos deben cambiarse a menudo por la misma razón”. Por cierto Don Casi, poco antes que usted llegara a la mesa cafetera, pasó un candidato a saludarme y dejarme su tríptico de propuestas. Yo me levanté a saludarlo de mano porque lo cortés no quita lo guapo. Aunque sí le aclaré que no me abrazara ni pretendiera tomarse una foto conmigo porque le previne que mi bastón tiene un sistema para dar toques eléctricos a los que se pasan de listos.-Los políticos guerrerenses y su mismo discurso choteado, hueco, vacío Don Sebas. Por ejemplo, nuestro paisano al tomar posesión como nuevo presidente nacional del RIP, justificó su nombramiento porque a diferencia de su antecesor, él viene “desde las entrañas del RIP”. Será desde las cloacas. Porque los únicos militantes buenos del RIP son los militantes ingenuos. Y un candidato a la presidencia municipal de nuestro puerto dijo que su “compromiso era con Zihuatanejo”. Yo todavía ayer a las 11:35 de la noche tenía la duda si su compromiso era con el municipio de Coyuca de Benítez o el de Tecpan de Galeana. Afortunadamente ya lo aclaró.-Bueno Don Casi, a veces el compromiso es con Chilpancingo o la ciudad de México. O más bien, con los que mueven los hilos desde esas ciudades.El par de ancianos zihuatanejenses sonriendo levantaron sus tazas de café mientras la tarde se nublaba un poco.