Rafael Lobato CastroLa patrona de la casa observaba sonriente la escena. En la sala de la céntrica casa de Zihuatanejo Don Casimiro se encontraba rodeado de varios de sus bisnietos y tataranietos que lo escuchaban atentamente. “Mi enfrentamiento con el tiburón en nuestra querida bahía -inició su historia Don Casi ante la mirada de los sanquitas-, ocurrió hace muchos ayeres, un día que regresábamos de la pesca de pez vela con mi amigo del puerto de Ixtac, Veracruz: Chanoc y su padrino Tsekub Baloyán. Al entrar a la bocana, enfilados hacia el muelle, veo a una tortuga nadando cerca de la superficie, así que me tiré un clavado por ella. Eran los tiempos en que no se tenía sentimiento de culpa por comerse una sopa de aleta de tortuga o sus huevos hervidos porque en esos días había muchas. Yo siempre llevaba al cinto mi cuchillo de buzo, por si fuera necesario utilizarlo. Entonces mi amigo Chanoc, un experto en luchar contra tiburones, cocodrilos y jaguares -que igualmente ahora está prohibido cazarlos-, vio una sombra que se me acercaba rápidamente en el fondo marino. Así que él también se arrojó al mar con su cuchillo en la mano. La sombra de unos tres metros de largo era de un tiburón martillo, que aquí les decimos ‘cornudas’. En esos tiempos las cornudas entraban a la bahía como Pedro por su casa. Yo también ya había visto al tiburón y me olvidé de la tortuga preparado para la lucha. Sin embargo, por extrañas razones, la cornuda se rajó de último momento al vernos a Chanoc y a mí listos con los cuchillos y nos rodeó perdiéndose en mar abierto”. Algunos de los bisnietos escuchaban con la boca abierta cuando, no muy de acuerdo, la patrona de la casa interrumpió la historia para decir a Don Casi que se le hacía tarde para su reunión vespertina con Don Sebas. Don Casi prometió a la palomilla que al día siguiente contaría otra historia de mar o de la caza nocturna de venado -también ya prohibida- en las huertas de Don Guillermo Leyva en Ixtapa. Alcanzó a decir a la patrona de la casa antes de salir: “Si los separo una hora de las maquinitas ya es ganancia”. Don Sebas ya estaba esperando en la mesa reservada por tiempo indefinido a su viejo amigo de la otrora aldea de pescadores. La mesera llegó en ese momento con las dos grandes tazas del aromático, humeante, sabroso café guerrerense. En el aparato de sonido del café se escuchaba la voz aguardentosa de Pedro Infante con la canción ‘Café con piquete’, algo curioso porque él era abstemio, al igual que Pancho Villa, no probaban ni una gota de alcohol. “Doña ‘Mercé’/ deme un café con piquete/ yo ya bien sé/ que todavía no ando ‘cuete’./ Doña ‘Mercé’/ sírvale otra cucharada/ porque se está resintiendo/ el frío de la madrugada./ El frío que de noche siento/ es por verme abandonado/ ni con alcohol me caliento/ soy pobre y muy desgraciado./ Doña ‘Mercé/ me está fallando la ‘lana’/ sírvame otro ‘farolazo’/ ahí le pagaré mañana”.-Distinguido cara de momia azteca, o de catrín, porque parece que pronto va a acompañar en el baile a la catrina de José Guadalupe Posada -inició la charla Don Casi después de beber un sorbo del brebaje negro-, ya huele usted a flor de cempasúchil.-El calamar le dijo al pulpo Don Casi. Y eso me hizo recordar la anécdota de por qué reciben en todos lados a los políticos con un collar de flores de cempasúchil, y es porque ya los quieren ver quietecitos en un ataúd, sin estar chingando a nadie con sus decisiones equivocadas.-Usted y sus chistoretes. En el camino hacia este lugar pasé por la casa de Doña Chonita Orozco, sentada en la entrada, y le manda saludos. Ahora, su receta especial para preparar relleno está en manos de su hijo y nuera. Un sabroso bolillo mañanero con relleno y un café bien caliente es un buen recuerdo de un almuerzo zihuatanejense. Y hablando de damas de la vieja aldea de pescadores, me comentan que se encuentran delicadas de salud Doña Adulfita López, Doña ‘Meye’ Hernández y Doña Carmela Acosta, esperamos una pronta recuperación de su salud. Ahora, si me lo permite, quiero pasar al tema de la escuela primaria, oficialmente primera Escuela Rural Federal Vicente Guerrero, que inició sus clases en 1940… finalmente fue demolida, destruida. Los daños por los temblores del pasado septiembre la dejaron en condiciones ya no seguras para sus alumnos. Ya había aguantado varios chingadazos de pasados sismos, pero ya era peligroso continuar impartiendo el saber en esas aulas. Y digo que primera escuela oficial porque muchos sancas no saben que hubo otra escuela no oficial mucho antes, por 1933, en lo que ahora es el módulo de policía, a un lado de la Plaza Municipal, una pequeña casa de hueso de palapa y techo de tejas, que albergó también a la Comisaría Municipal y al Radio-Telégrafo que administró Don Fernando Bravo. Esa primera escuela tuvo como profesor -eso les platico a los jóvenes de la casa- a Don Salvador G. Espino, primer presidente municipal, que abandonó sus estudios de sacerdote en Chilapa y llegó a nuestro querido puerto. También tuvo como profesor a Vicente Buburrón, que murió trágicamente fracturándose el cuello al tirarse un clavado en el viejo muelle que existió muy cerca de la cancha de basquetbol municipal. No el muelle frente a Casa Elvira, sino un muelle anterior al que aparece en la película ‘La vida no vale nada’.-Así es Don Casi, así es. En esas aulas derrumbadas de la escuela primaria Vicente Guerrero estudiaron nuestros hijos, nuestros nietos. Construida por instrucciones del presidente Lázaro Cárdenas en un paquete de obras federales que incluía la construcción del aeropuerto, la introducción del agua potable por gravedad desde El Calechoso, y la construcción del faro en Punta Garrobo. De la primera generación de egresados todavía se encuentra con nosotros el buen amigo, Don Daniel Bravo Ávila, que estudió para profesor logrando años después impartir clases en la misma escuela en la que obtuvo su certificado de primaria; y que ahora, ya jubilado, vive en su hotel a unos quince pasos de la escuela. Los primeros estudiantes que les tocó limpiar el patio de honores de la escuela -por donde ahora atraviesa la calle Juan Álvarez que la separa del hoy Museo Arqueológico-, encontraban restos de esqueletos humanos, y más que asustarse, buscaban el cráneo para ver si tenía dientes de oro. Al parecer, en tiempos de la Revolución Mexicana, fusilaron a varias personas ahí y en ese mismo lugar se sepultaron. Los restos humanos encontrados se trasladaron al viejo panteón de La Madera, del cual todavía se encuentra una parte, la que no pudo chingarse el ‘Pillazi’.-Por cierto Don Sebas, me encontré a la muy estimada Lupita Bravo y me regaló una foto de la escuela primaria Vicente Guerrero tomada a fines de los años sesenta del siglo pasado. La fecha se puede calcular porque es a colores y se aprecia el estero, es decir, poco antes de que llegara el ‘Pillazi’ a chingárselo. Atrás de la foto hay un poema, de la inspiración de la misma Lupita Bravo y de Toño Urbina. Dice así: “A: Don Casi. ‘Entre juegos y sueños,/ aprendiendo día a día;/ me llevo tus sonrisas y enojos;/ se acabó en este mundo mi existencia,/ sólo espero que en tu corazón,/ mi recuerdo siempre prevalezca’. Esc. Vicente Guerrero: Zihuatanejo de Azueta. 1938/2017”. Y Lupita me dijo Don Sebas, que pasara usted también por su foto. Aunque en realidad es para que la conserven los egresados de la misma, no los rucos que los mandamos a estudiar.-Bien Don Casi, bien. Iré por mi copia.-Y antes que se me olvide quiero comentarle que el martes 31 de octubre, a las seis de la tarde, en el Museo Arqueológico en la playa Principal, habrá dos conferencias interesantes. Una sobre el ejido y su influencia en el desarrollo de Zihuatanejo; y la otra, cuarenta minutos después, sobre el viaje en 1527 de Álvaro Saavedra desde Zihuatanejo a las Filipinas. Y ahora escuche lo que encontré en la novela ‘Catálogo de los aromas del café’ de Anthony Capella, sobre el origen del café -Don Casi se ajustó los lentes de Jaimito el cartero y leyó-: “Cuando estuve en Etiopía y comencé a aprender un poco de gala (un idioma del país), los niños del pueblo me enseñaron algunas de sus historias infantiles. Había una sobre los orígenes del café: no aquel conveniente mito árabe sobre aquel cabrero que se dio cuenta de que sus cabras estaban más alegres, sino algo mucho más antiguo. Muchos siglos atrás hubo un gran hechicero que era capaz de comunicarse con los zar, los espíritus que gobiernan, o más bien desgobiernan, nuestro mundo. Cuando el hechicero murió, el dios del cielo se entristeció porque ya no habría nadie lo suficientemente poderoso como para mantener los espíritus a raya. Las amargas lágrimas del dios cayeron sobre la tumba del hechicero; y allí donde cayeron, brotó el primer arbusto de café. A veces, cuando los aldeanos se servían mutuamente café en una especie de brindis, se decían: ‘Venga, el agua ya casi hierve. Bebámonos las amargas lágrimas de Dios’”.-Muy bueno Don Casi. ¿Y en el tema de la política, alguna novedad?-¡Prepárese para el banquete Don Sebas! Desde estos días y hasta el primero de julio del año próximo 2018, escuchará muchas pendejadas. Váyase empapando de temas y frases bastante ocurrentes: Candidatos independientes; matrimonios de la derecha con la izquierda en Frentes Ciudadanos; las mismas promesas que nos tienen hasta el hartazgo; discursos vacíos, hipócritas; compra de conciencias; lavado de cerebros; “Por instrucciones del Fondo Monetario Internacional tenemos que mantener la estabilidad macroeconómica, por lo tanto, todos los votos para el populismo no serán respetados”; chingue y chingue con llamadas telefónicas para hacer encuestas; infinidad de mítines políticos con repartición de tortas de huevo y ambientados con bandas gruperas; declaraciones por televisión bastante lacayunas, serviles, lambisconas, abyectas; verdaderas guerras de caca entre los candidatos. Y todo este banquete condimentado no con sal y pimienta, sino con un ambiente de inseguridad e impunidad.-El secretario de Hacienda, el tecnócrata gerente de los ricos, y virtual candidato del RIP a la presidencia de la República, dijo hace poco algo así como: “México tiene una deuda con el RIP”. Un solo de maracas y güiro a cargo de la Bruja Ladota. Parece que el ala populista del RIP está bien maiceada porque apechugan al escuchar tanta tontería. México no le debe nada al RIP porque el partido ya se lo ha cobrado bien y con intereses. Ahí tiene la casa de la Colina del Perro, el Partenón, la Casa Blanca. El secretario no dice nada del incremento en la pobreza, de no tener futuro por falta de gobernabilidad. Y eso de deberle al RIP es una mentira porque cualquier partido hubiera tenido que formar ‘a güevo’ las instituciones que necesita un país para su desarrollo. Así que no nos vengan con mamadencias.En ese momento llegó la mesera con la segunda ronda del brebaje negro y el par de ancianos guardaron silencio para meditar en los últimos comentarios.