Acapulco, Gro., (Octubre 26, 2016).- El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, consideró que el conflicto social que se ha agravado en comunidades de Chilpancingo por dos grupos de presuntos policías comunitarios, por la pugna de la seguridad, es un asunto de seguridad nacional.Adelantó que su gobierno tiene dos rutas para la pacificación de comunidades de la capital Chilpancingo y de Juan R Escudero (Tierra Colorada), la primera buscar el diálogo directo de ambas partes para evitar que haya más muertes, que en los últimos días suman más de 7.Indicó que si hay diálogo y no puede solucionarse el conflicto, entonces se analizará si hay un desarme a los dos grupos, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y el Frente Unido para Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG).“Más que tolerancia hay que ser responsables, qué es lo que se va a hacer, porque lo más fácil es irse a meter en medio, es lo más sencillo… Es un asunto que no lo puedo hacer solo, especialmente sobre el tema de las armas (…) Se tiene que hablar, ayer estuvimos en Gobernación, se está volviendo un tema muy importante, un tema de seguridad nacional” apuntó.El lunes, integrantes de FUSDEG y la UPOEG se enfrentaron en varias ocasiones en diversas comunidades de Chilpancingo y Juan R. Escudero, con un saldo de al menos 7 muertos, lo que obligó al gobierno de Guerrero que la Fuerza Estatal tomara el control en esa zona a fin de que hubiese tranquilidad.“Creo que hay que ver en qué momento se hará, el gobernador al final de cuentas debe ser muy cuidadoso y muy puntual de qué es lo que va a hacer y cómo lo va a hacer, principalmente con gente que está armada”.El gobierno ha actuado, hay cuatro puntos estratégicos de la Policía del Estado y que ha habido un diálogo, indicó el gobernador.
