Zihuatanejo
Contaminación y depredación acaba con almejas, langostas y ostiones
Enrique Guevara AyvarZihuatanejo, Gro., (Agosto 6, 2017).- A mediados de la década de los 80’s, los buzos dedicados a la captura de langosta, almeja, lapa y ostión vivieron la mejor etapa comercial con la captura de mariscos, que en su mayoría llevaban en avioneta a la Ciudad de México, especialmente la almeja roja o reina, muy codiciada por los capitalinos que acudían a un conocido restaurante donde la anunciaban como almeja viva de Zihuatanejo.El primer producto marino que desapareció fue la lapa, aseguró el ex buzo comercial Rosendo Valdovinos García, quien subrayó era el marisco de mayor consumo y obviamente fue desapareciendo por las grandes cantidades extraídas por los buceadores; hoy difícilmente podemos ver una lapa de gran tamaño porque no les permiten su desarrollo normal.Posteriormente, vino la época comercial de la langosta, cuyo producto se podía capturar al interior de la bahía de Zihuatanejo en grandes cantidades, para ser trasladada en pequeños aviones a los mejores restaurantes de la capital mexicana.En aquellos años se capturaba langosta de más de un kilo de peso y los mismos buzos no permitían que sacaran la especie menor a un kilo protegiendo el producto para su reproducción, además de respetar vedas anunciadas tomando en cuenta -dijo el entrevistado- que quien violara las vedas era sancionado con altas multas.Valdovinos García agregó que el depredador más grande que acabó con las especies marinas considerados mariscos de primera clase fue la contaminación provocada por la planta termoeléctrica de Petacalco y otros factores que vienen desapareciendo los mariscos de más consumo y demanda.Asegura que actualmente los buzos dedicados a la pesca de mariscos como la langosta, continúan sacando langosta bebé de menos de 20 gramos e irremediablemente se acaba, como podemos observar en cada buzo que apenas captura para sobrevivir.Rosendo Valdovinos propone a las autoridades mexicanas aplicar vedas permanentes de dos años a la langosta, almeja, lapa y ostión como único propósito de reproducción a largo plazo, añadiendo que con vedas amplias y fuertes sanciones estos mariscos estarían de regreso en las mesas de muchos mexicanos.