* Restauranteros ya están desesperados porque aunque no trabajen deben pagar a la CFE.
Víctor M. Alvarado
Zihuatanejo, Gro., (Mayo 27, 2020).- Cada vez es mayor la desesperación de algunos restauranteros en la playa Principal, comentan que de ser posible el próximo mes deberían permitirles ofrecer sus servicios a la comunidad local con mesas separadas, fijando un límite de clientes y no sobre la franja de arena.
Entre el Museo y la cancha municipal hay cuatro restaurantes, más los que se encuentran hasta llegar al muelle; ahí por lo menos dos de los negociantes comentaron estar desesperados por la situación y peor aún cuando se enteraron que no será en el mes de junio que se reabran los establecimientos de manera gradual.
Uno de ellos entrevistado en las inmediaciones del restaurante “Arcadia”, comentó que es entendible lo que pasa, y la población lo comprende, pero lo que no coincide es que aún cuando no están operando el recibo de la Comisión Federal de Electricidad sigue llegando como si estuvieran consumiendo la energía y no es así.
Ya van dos meses de haber suspendido prácticamente las ventas, primero porque no había turistas y después por el confinamiento obligatorio.
Los impuestos se siguen acumulando, pago de empleados y la renta son desembolsos que deben hacer, y la mayoría de los restaurantes son pequeños negocios que van al día y los ahorros se agotaron.
Por un lado señalan que el pueblo entiende, pero en contraparte las autoridades que cobran esos impuestos pareciera que no les importa que los negocios no están operando.
Se debiera permitir trabajar unas cuantas mesas sobre el concreto, es decir, no en la playa y solamente para las personas que viven en el puerto, con la distancia prudente uno de otro; de esta manera permitiría un poco de ingresos y al no recibir a turistas no se incita para que vengan.
