Atlixtac, Gro., (Mayo 11, 2021).- La Unión de Pueblos Indígenas de Cortadores de la Caña de la Montaña, denunció que los dueños de los ingenios Emiliano Zapata y de Casasano, ubicados en el estado de Morelos, se niegan a pagar el salario a más de 750 trabajadores indígenas nahuas, denunció Custodio García Lino, presidente de la agrupación referida.
En entrevista, explicó que desde el pasado jueves, cuando se acabó el corte de caña “no les pagaron a mis paisanos sus salarios devengados, y que debieran ser cubiertos por la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar, que dirigen Amado Orihuela Trejo y el señor Iristeo Rodríguez”.
Señaló que estas dos personas, a las que acusó de ser los caciques del lugar, “nos amenazaron de muerte utilizando a pistoleros que le sirven a su organización que pertenece a la Central Nacional Campesina (CNC); me dijeron que abandonara el lugar porque estaba de revoltoso con los demás cortadores”.
Destacó: “Yo como representante de la Unión de Pueblos de la Montaña simplemente defiendo los derechos de mis compañeros, que son indígenas que provienen de San Lucas Teocuitlapa, municipio de Atlixtac, de la Montaña Alta de Guerrero, con 28 anexos que desde hace 60 años hemos trabajado en esos dos ingenios ubicados en Zacatepec y Cuautla Morelos”.
Reveló que los dos caciques lo acusan de no ser cortador de caña, “eso es falso porque yo me capacité en la misma empresa cañera desde el año 2005, lo que pasa es que ellos me señalan porque defiendo los derechos de mis paisanos”, y mostró sus constancias.
García Lino sostuvo que por día pagan a cada cortador de caña de 120 a 170 pesos, “lo cual es un robo, porque no es el salario mínimo como lo anunció el presidente de México Andrés Manuel López Obrador; tampoco tenemos Seguro Social, y por si fuera poco nuestros hijos de 8 a 10 años trabajan también en los ingenios, al igual que nuestros abuelos de 70 a 80 años”.
Por si fuera poco, agregó, “tenemos que levantarnos diariamente a las cuatro de la mañana, cuando pasan por nosotros los camiones a las galeras ubicadas en Tlaltizapan y en Tlacholoaya, donde dormimos sin las medidas de higiene, y en las que nos descuentan de 300 a 400 pesos del salario supuestamente para pagar los gastos de los camiones, y del material que se utiliza y que por lo general ni nos los entregan”.
Aseguró que les prometieron que a cada cortador pagar 65 pesos por tonelada, “eso tampoco es cierto, ya que nos la pagan a 38 pesos o 42 pesos la tonelada; siendo que la azúcar en la tienda está a 25 pesos el kilo; siquiera que nos pagaran a 200 pesos la tonelada para sobrevivir, eso sería lo más justo”.
Por último, pidió al presidente de México Andrés Manuel López Obrador que ordene una investigación del trato que reciben más de 750 cortadores de caña provenientes del municipio de Atlixtac, y que la Secretaría del Trabajo y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos también conozcan la situación laboral de los cortadores, finalizó.
