Eduardo Morán C.
Si hasta ahora todos los países del mundo han podido controlar la pandemia de coronavirus, recurriendo al aislamiento social ¿qué espera México para tomar esa medida? Si es un hecho que en ninguna parte del mundo la pandemia se ha detenido en la fase I, ¿qué objeto tiene esperar a que el problema escale a la fase IV -como irremediablemente lo hará- para proceder a tomar las medidas que de cualquier forma habrán de tomarse?
El principal argumento de quienes se oponen a recluir desde ahora a todo mundo en sus casas y limitar sus salidas solo a la compra de comida o medicamentos, es el económico. Es decir, si una persona no sale a trabajar, de dónde diablos obtendrá el dinero para comer y comprar medicamentos. Pero que si no nos recluimos ahora, dentro de unas semanas tendremos que hacerlo a chaleco, con el agravante de que además de recluidos estaremos enfermos. Mucho se habla de que hay que apoyar a las personas que viven al día, es decir a los millones de informales que tenemos, pero se omite mencionar que también se debe apoyar a las miles de empresas de las que dependen millones que viven a la semana o la quincena.
La clave está en cómo detener la actividad del país durante un mes, por lo menos, y que el país sobreviva. Cómo resolver este galimatías es esencial para México, sólo que para hacerlo faltan dos elementos que no tenemos: un gobierno y un pueblo responsable, ya que, aunque parezca increíble, recursos tenemos.
Mire usted, hoy tenemos un fondo de contingencia de 150 mil mdp y se asignaron al Tren Maya, Dos Bocas y Santa Lucía unos 50 mil mdp más. Por otro lado, somos según el último censo 34 millones de familias, de las cuales 17 millones están en pobreza y 12 millones son clase media, lo que nos arroja un total de 29 millones de familias que en teoría necesitarían apoyo, y digo en teoría porque muchas familias de clase media podrían sobrevivir unos meses sin requerir apoyo. Una simple división de los 200 mil mdp que tenemos entre digamos 20 millones de familias, nos arroja la cantidad de 10 mil pesos para cada familia, los que se les podrían suministrar en calidad de préstamo en dos ministraciones de 5 mil pesos cada una.
Quizás lo que propongo sea una idiotez, sin embargo, recordemos que el año pasado tiramos al caño 105 mil mdp al cancelar el NAICM por capricho del presidente y que Pemex perdió más de 345 mil mdp. Mi propuesta puede ser una idiotez, pero se queda chiquita comparada con las del gobierno de la 4T.
Sé de primera mano que en Panamá con 109 casos confirmados de coronavirus, desde ayer se decretó toque de queda (de las 9 de la noche a las 5 de la mañana) y hace dos semanas que suspendieron clases, sé también que confinar a todo mundo en su casa es un problema, pero lo será más si no actuamos de inmediato.
¿Qué caso tiene esperar a que ocurra, lo que todo mundo sabe que va a ocurrir? A menos que una estampita que diga “Detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo” sea la solución.
Es todo…