La voz de Zihuatanejo

Opinion

EL CÁRTEL DE LOS NEOLIBERALES

Eduardo Morán C.

No hay duda que la captura o abatimiento de personajes como “El Señor de los Cielos”, “El Chapo”, “El Lazca”, “La Tuta” o “El Marro” recientemente, demuestra sin lugar a dudas que el gobierno lucha contra el crimen organizado, sin embargo a pesar de ello, los índices de violencia continúan incrementándose. Por esta simple razón, es ridículo que AMLO considere “que la detención de Lozoya constituye un parteaguas, un antes y un después en el combate a la corrupción”. ¿Por qué el presidente considera un parteaguas el caso Lozoya, cuando detener a líderes mafiosos no ha logrado disminuir la inseguridad y la violencia?

Me parece que el show Lozoya no disminuirá la corrupción, pues nos consta que las capturas, enjuiciamientos legales y públicos o simples destituciones fulminantes de corruptos destacados del pasado, no han reducido un ápice el anhelo de los ciudadanos de pasar de inmediato a mejor vida vía la corrupción, pues se sigue practicando indiscriminada e impunemente en todos los ámbitos del país. Es claro que ningún efecto ha tenido en los ciudadanos, conocer casos tan escandalosos como los de Durazo, la Quina, Díaz Serrano, Granier, Raúl Salinas, la maestra Gordillo, o la destitución fulminante de tipo como Romero Deschamps o Medina Mora, sólo por mencionar algunos. Por lo tanto, tal y como lo hemos experimentado en el pasado, el caso del capo Lozoya, por más publicidad que le den en las mañaneras, no tiene por qué generar el parteaguas que presume el presidente.

Otro punto interesante en este show, es el interés del presidente en demostrar con lujo de detalles, la corrupción que existía en los gobiernos “neoliberales”, como si los ciudadanos ignoraran su existencia y no anhelaran participar de los beneficios que, durante siglos, ha producido a los mexicanos la corrupción. Hoy la frase “no me des, sólo ponme donde hay” sigue tan vigente como siempre. Pretender que el caso Lozoya sea didáctico para los mexicanos, es tanto como pretender enseñarle el “Padrenuestro” al Papa. Y no me refiero sólo a los mexicanos fifís o conservadores, si no a todos los mexicanos.

El argumento de que el pueblo votó masivamente por AMLO, demostrando que la mayoría rechaza la corrupción, es insostenible, pues vemos que la corrupción sigue imperando en todas las actividades de la vida nacional. Lo que se rechaza es la corrupción ajena, pues la propia se justifica de mil maneras. Pensar que los puestos públicos, filiaciones políticas, nivel educativo, pobreza o falta de oportunidades es lo que convierte a un ciudadano en corrupto no tiene sustento. Son tan falaces esos argumentos como creer que Lozoya era honesto, pero fue “obligado” por EPN y LV a corromperse, o la milagrosa conversión del corrupto priista Barttlet a santón de la 4T, o si todos los países con peores condiciones educativas y económicas que el nuestro, tuvieran niveles de corrupción mayores. Baste decir que Transparencia Internacional nos ubicó el año pasado, en la posición 131 de 180 países evaluados.

Ya que mencioné a Barttlet, y siendo Calderón el villano favorito de AMLO, (no puede superar que “le haya robado” la elección del 2006), hay que decir que si bien nunca se comprobó el fraude aducido por el presidente, siempre quedó la duda del triunfo de Calderón, sin embargo, de lo que nadie tiene duda, incluido el presidente, es del fraude cometido en la elección del innombrable, la cual fue orquestada por el hoy honesto funcionario y ejemplar empresario inmobiliario Manuel Barttlet. Vemos pues que el presidente y su feligresía, piensan que la filiación política corrompe o purifica a los individuos.

Lejos de implementar medidas eficaces tendientes a disminuir la corrupción, AMLO en su momento sentenció: “la regla de oro de la democracia de nuestro tiempo es la transparencia…” Sólo que hoy, simplemente se pasa por el arco del triunfo la susodicha regla de oro, pues ahora el 70% de los contratos y compras realizadas por el gobierno han sido asignaciones directas, y mucha información pública ha sido reservada por considerarse de seguridad nacional (?).

Baste señalar que en septiembre del año pasado, la SEDENA clasificó como reservada durante cinco años, la totalidad de la información relacionada con el proyecto de construcción del nuevo aeropuerto. Vaya sarta de estupideces nos han recetado con el asunto del aeropuerto, tiramos a la basura 70 mil mdp debido a la corrupción, y ahora para evitarla, reservamos toda la información del nuevo. Así o más penitentes. Otro hecho que demuestra que la regla de oro y la carabina de Ambrosio es lo mismo, es que de acuerdo con el INAI, en los primeros 11 meses de la mal llamada 4T, el gobierno declaró “inexistentes” 14 mil 801 casos de solicitudes de información ciudadana, casi el triple de las que hubo en el mismo periodo neoliberal de EPN.

Si lo que AMLO desea es disminuir realmente la corrupción y transformar con ello al país, es indispensable QUE LOS CIUDADANOS PUEDAN CONOCER DE MANERA ABSOLUTA, DETALLADA, OPORTUNA Y CON FACILIDAD, EL DESTINO Y MONTO DE CADA UNO DE LOS GASTOS QUE SE REALIZAN EN LOS TRES NIVELES DE GOBIERNO. Parafraseando al clásico: “cheque por cheque y factura por factura”. Mientras eso ni lo intente ni lo proponga la 4T, seguiremos muy entretenidos con la serie televisiva “El Cártel de los Neoliberales” anhelando todos obtener el papel principal del próximo capítulo, pues ya vimos que ahora el protagonista recibe atención médica en el hospital más caro de México, permanece tranquilamente festejando en casita, firma en el juzgado por internet y todo el gobierno cuida su integridad. ¡Que decepción caramba!

Es todo…

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