Eduardo Morán C.Las medidas de austeridad anunciadas en días pasados por el gobernador y retomadas por el presidente municipal, me llevan a pensar sobre lo farsante y grado de cinismo que pueden alcanzar algunos ciudadanos convertidos circunstancial y temporalmente en gobernantes. Sabía usted que el año pasado cada uno de nuestros 12 flamantes regidores se despacharon, por lo menos, la módica suma de 110 mil pesos por cada mes por su “fecunda, útil y productiva” labor.Si leyó usted bien, por lo menos ciento diez mil pesos por cada mes de “trabajo”. Esta cifra se integra de la siguiente forma, Sueldo: 30 mil. Ayuda: 30 mil (eran 15 mil). Renta de vehículo: 12 mil. Vales de Gasolina: 7 mil. Bono de día del niño: 20 mil. Bono del día de las madres: 20 mil. Celular y Plan ilimitado: 2 mil. Bono de fin año: 25 mil (300 mil/12). Solo estas prerrogativas suman 109 mil pesos mensuales, pero se debe agregar una cantidad indefinida de gastos médicos y otra por gastos de representación, es así como se rebasa sobradamente los 110 mil pesos mensuales que señalo.Multipliquemos esta sui-generis “austeridad” que se practica en cada uno de los 2,440 municipios y 16 delegaciones que existen en el país, más la que demuestran nuestros 32 congresos estatales y la notable que exhiben nuestros representantes federales, y encontraremos una de las razones que explican el gasolinazo. Entendamos el asunto: no es Peña, no son los gobernadores, ni lo diputados, ni los presidentes municipales, ni los regidores ni la clase política el problema de este país, el problema somos 122 millones de mexicanos que tan pronto tenemos la oportunidad de tranzarnos algo o brincarnos en nuestro beneficio alguna norma lo hacemos sin el menor recato. Puedo afirmar con absoluta certeza que los mexicanos estamos hasta la madre de la corrupción. Sí de la corrupción… ajena, porque la propia la seguimos catalogando como “astucia”, “viveza” o “audacia”.Una prueba cercana y tangible de lo que menciono la tenemos en nuestras narices y nada hacemos, ¿Qué acaso no cambiamos cada 3 años de presidente, regidores, directores y subdirectores sin que la corrupción y abusos disminuyan? Todos ellos han sido y son simples y comunes ciudadanos azuetenses que el azar puso donde hay, y hay que ver como se despachan todos. Lo peor del asunto es que sin importar quienes sean los próximos continuará el saqueo, pues siempre demandamos que se vayan los que están por corruptos, pero no para corregir el problema, sino porque en el relevo existe la posibilidad de que a nosotros nos toque demostrar nuestra “astucia”, “viveza” o “audacia”.Insisto el problema no es Trump ni “el sistema”, el problema somos 122 millones de mexicanos que hemos construido con la corrupción, la tranza, el abuso y la impunidad el verdadero muro que nos impide avanzar.Es todo
