Enrique Guevara AyvarEl Tianguis Turístico recientemente celebrado en Acapulco resultó un éxito para el mercado nacional, especialmente extraordinario para los destinos que conforman el Triángulo del Sol, por los negocios que se firmaron para atraer turismo hacia estos sitios guerrerenses.La reciente edición del tianguis trajo grandes beneficios para el puerto de Acapulco, con millonarias inversiones estatales y federales que buscan dar una nueva imagen, del que aseguran es el puerto con la bahía Santa Lucía, la más linda del mundo.En mi opinión, los esfuerzos que hace el gobernador del estado, Héctor Astudillo Flores, apoyado por Enrique Peña Nieto para hacer de golpe y porrazo un nuevo Acapulco, se valora ese esfuerzo que se encamina a borrar las nubes de tormenta que azotan el puerto y sus colonias.Son muchos los años que le restan a Astudillo Flores como Ejecutivo estatal, lo que significa que serán muchas más las obras que construirán en Acapulco para realzar aún más su imagen ante los ojos del mundo, donde se tiene que promocionar que hay en el estado de Guerrero un puerto turístico renovado en imagen y en atractivos.Y ZIHUATANEJO APÁ… CUÁNDO… EN MI OPINIÓN, y la de miles más, es que han pasado muchos años desde la última vez que el puerto de Zihuatanejo recibió una manita de gato en la imagen urbana y esto sucedió precisamente: primero, la construcción de nuevas avenidas dentro del primer cuadro a las que le aplicaron cemento hidráulico de color, lo que causó buena impresión entre los visitantes y residentes; segundo, la construcción de los tejabanes en las principales calles y avenidas del puerto, cuya obra fue palomeada por el entonces gobernador Zeferino Torreblanca, que autorizó varios millones que en dos años se fueron a la basura, porque los responsables de la obra construyeron con madera de palma y este material costeño todos los arquitectos e ingenieros saben que al mojarse prácticamente se pudre, como lo podemos observar ahora que los famosos tejabanes se caen a pedazos pero no se rehabilitan con mejorales, como lo hacen los de Obras Públicas del gobierno estatal.Tercero: El Paseo del Pescador, emblemático andador costero que corre a lo largo de la playa Principal hasta llegar a playa La Madera, también remodelado por la administración de Torreblanca Galindo pero destruido por el tiempo y la brisa marina, que lo tiene al borde de su clausura por el peligro que corren las personas que por ahí transitan.Cuarto: Los terrenos de Las Salinas, un amplio predio de varias hectáreas que fue considerado zona federal, que más tarde fue vendida a un corporativo que inició obras importantes en la dársena y terrenos con la mira de construir condominios y plazas que nunca culminaron por cuestiones de dinero, lo que despertó la codicia de muchos grupos y particulares que finalmente lograron adquirir varios lotes considerados privados, lo que ha detenido construir en ese lugar atractivos turísticos que liberen esa imagen de contaminación que ahí se observa.Como pueden darse cuenta amigos lectores, aquí en Zihuatanejo la sociedad en su conjunto no le está pidiendo al gobierno de Peña Nieto ni al de Héctor Astudillo la construcción de un túnel, ni de una tirolesa gigante, tampoco un nuevo Zihuatanejo como lo que es hoy Acapulco, los que aquí residen les piden únicamente la construcción de un nuevo muelle en el que se puedan recibir con seguridad los tenders de los cruceros que traen miles de turistas al año y con ellos excelente derrama económica.Les piden la rehabilitación y mejoramiento de la imagen urbana de Zihuatanejo, puerto turístico al que arriban miles y miles de visitantes que ven con tristeza que el pueblo no avanza en su infraestructura turística.En mi opinión, creo es tiempo de que los gobiernos estatal y federal regresen a ver los problemas de imagen que muestra Zihuatanejo para que los resuelvan en tiempo y forma, para no esperar a que ocurra lo de Acapulco que le dan respiración de boca a boca para revivirlo. Es todo.