Entre cinco y diez presidentes municipales en la entidad han recibido amenazas de la delincuencia

Carlos NavarreteChilpancingo, Gro., (Abril 29, 2017).- Hay entre cinco y diez presidentes municipales en la entidad que han recibido amenazas de la delincuencia, informó el vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez Heredia.En entrevista telefónica, informó que hay otro grupo de ediles, no precisó cuántos ni quienes, que sufren presiones de grupos criminales, en algunos casos por extorsión.Esto luego de que el alcalde de Teloloapan, Robell Urióstegui Patiño abandonara el estado tras descubrirse un plan por el que se pretendía atentar en su contra y de su familia.Álvarez Heredia dijo que son entre cinco y diez alcaldes los que han informado al Ejecutivo estatal que sufrieron amenazas de la delincuencia, por lo que se toman medidas para evitar ataques en su contra y no se repita lo ocurrido al presidente de Pungarabato, Ambrosio Soto, quien fue asesinado a balazos en una emboscada en julio de 2016.“Lo que se pretende desde el gobierno del estado es justamente evitar que ocurran casos lamentables como el del alcalde de Pungarabato, por ello el gobernador mantiene comunicación permanente con todos los presidentes municipales”.Por secrecía no aclaró qué alcaldes son los que han denunciado amenazas en su contra ni de qué tipo, pero aseguró que el gobierno estatal ya ha actuado al respecto como ocurre con el edil de Teloloapan, quien fue sacado del municipio para evitar que se atentara contra su vida.El jueves, Urióstegui Patiño informó que no solicitaría licencia al cargo y que seguirá gobernando Teloloapan, además aclaró que en tanto consiguiera medidas cautelares regresaría a su municipio.No es la primera vez que en Guerrero un alcalde gobierna fuera de su municipio. La presidenta de Mártir de Cuilapan, Felicitas Muñiz, desde hace diez meses abandonó esa localidad tras las agresiones que ella y su familia sufrieron por opositores a su gobierno.En mayo de 2016 el presidente de Zitlala, Roberto Zapoteco, también salió de su municipio tras descubrirse que se planeaba un atentado en su contra. Un año antes, en mayo de 2015, el que fuera alcalde de Chilapa, Francisco Javier García hizo lo propio por temor a ser asesinado.