Opinion
MÉDULA
¡YA LIMPIEN EL TINACO DE LA CORRUPCIÓN EN ACAPULCO!
Jesús Lépez Ochoa
No es casual que en el Congreso del Estado se ponga énfasis en el municipio de Acapulco cuando se llama a los Ayuntamientos de Guerrero a transparentar su manejo del dinero público.
Y es que el hecho de que durante cuatro meses no se ha subido al portal de transparencia ni una sola compra o contrato por parte del gobierno de Adela Román Ocampo, no es el único foco de alerta.
Alarma que en medio de la pandemia, cuando las medidas de higiene son primordiales, el agua escasea en varias colonias y en algunas llega tan sucia que parece agua de tamarindo o incluso chilate.
Enciende los focos que se trate de una falla técnica provocada no por personas ajenas como tanto ha argumentado y se ha victimizado la presidente municipal, sino por los errores y la falta de criterio del director del organismo, Leonel Galindo.
Primero porque 2 de los 8 equipos que bombean el agua en el sistema Papagayo II no están funcionando debido a falta de mantenimiento, y otros dos, de los que sí funcionan, se paran un par de horas cada noche, de tal manera que de los 2 mil litros por segundo que debieran enviarse a los hogares diariamente sólo se envían mil 500 durante el día y de las 8 a las 10 de la noche sólo se mandan mil litros por segundo.
Esto pese a la pandemia y la exigencia de agua para lavarse las manos, como una de las medidas preventivas contra la propagación del Covid-19, el director no quiere suspender el programa de ahorro de energía.
Parece no confiar en que Adela Román tendrá la capacidad de gestionar la condonación ante el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, que se ha mostrado insensible no sólo con los municipios, sino con los ciudadanos en esta emergencia sanitaria y económica, o de plano no entiende la prioridad de que la gente tenga agua limpia en sus hogares en esta circunstancia de alto riesgo para la salud.
Pero no todo es falta de confianza en las capacidades de su jefa la alcaldesa, ausencia de criterio e insensibilidad social ante la crisis.
¿Por qué llega sucia el agua? ¿Debe usted lavar su tinaco como le recomiendan en las redes sociales quienes le echan la culpa a los ciudadanos afectados?
Me dicen trabajadores del organismo que también está parado uno de sus cuatro módulos de potabilización, y está así por lo que afirman, es un negocio personal del director, quien logró incrementar de 14 a 24 millones de pesos el monto de los trabajos necesarios para echarlo a andar, generando inconformidad entre los participantes en la licitación que ganó una empresa que afirman es propiedad del propio Leonel Galindo.
¿Cuál es la consecuencia? Cito textual lo que me informaron: “Dicho módulo de capacidad de 500 litros por segundo prácticamente está dejando pasar el agua cruda sin tratar y la está enviando a la población prescindiendo de todo el proceso químico que debe llevar el proceso de potabilización, y que la calidad de esa agua no cumpla con los límites máximos permisibles que establece la NOM-127-SSA1-1994 (norma que se aplica para la potabilización del agua)”.
Con esto se corre el riesgo de provocar un brote de enfermedades gastrointestinales a las zonas ya de por sí marginadas por la falta de agua como son Renacimiento, Zapata, Polígono “D”, zonas altas y poniente de Acapulco.
“Todo esto consta en los registros y bitácoras de la planta potabilizadora Cayaco y de la central de radio de CAPAMA ubicada en Malaspina”, relatan los empleados.
Así que ya sabe por qué escasea el agua, pero sobre todo que cuando le llega sucia, puerca, por la tubería. El único tinaco que se debe limpiar es el que la CAPAMA tiene lleno de corrupción. No hay de otra. ¿Por qué no lo hacen?