Opinion
MÉDULA
ENTRE ACAPULCO Y MEDELLÍN 274 MUERTOS DE DIFERENCIA
Jesús Lépez Ochoa
Medellín tiene dos millones y medio de habitantes, apenas lleva 741 casos confirmados de Covid-19, y sólo 4 decesos. Su alcalde Daniel Quintero Calle es nota en periódicos como The New York Times y Carmen Aristegui le dedicó un espacio de 20 minutos en CNN, con una entrevista que no tiene desperdicio sobre las acciones que aplicó, y con las cuales logró una bajísima tasa de letalidad de 0.07%.
Es interesante conocerlas porque en Acapulco, un municipio con menos de la mitad de población que Medellín, ya van 278 personas muertas y 2 mil 111 casos confirmados. De hecho, el puerto solito tiene más enfermos que los estados de Coahuila, Morelos, Tlaxcala, San Luis Potosí, Aguascalientes, Querétaro, Nayarit, Campeche, Baja California Sur, Durango, Zacatecas o Colima. Si fuera una entidad federativa ocuparía el vigésimo lugar nacional en el número de casos.
El pasado 30 de abril, cuando el gobierno de Adela Román Ocampo inició la aplicación del programa Hoy No Circula, la cifra era de apenas 11 muertos, a mes y medio aumentó 2430%, lo que deja claro su ineficacia para detener la movilidad y mucho menos los contagios, que también se dispararon de 399 enfermos que había el pasado 15 de mayo, hasta los 2 mil 111 casos confirmados que se reportan este 14 de junio.
Incluso hay gobernadores como el de Durango, José Rosas Aispuro, que han opinado sobre la nula efectividad de este programa que “partiendo del uso de la razón y la lógica, si restringimos el uso de su vehículo particular, utilizarán transporte público, lo cual generaría aglomeración de personas. Buscamos ayudar al ciudadano, no perjudicarlo”.
Daniel Quintero Calle que es un alcalde emanado de la sociedad civil, a través de su movimiento llamado Independientes Colombia, no ha dado palos de ciego ni corrió a decir a las personas que se quedarían sin el ingreso para sus familias, como lo hizo la alcaldesa de Acapulco Adela Román Ocampo cuando fue corrida a gritos de Caleta.
En Medellín se destinó una renta básica para cada habitante y evitar la movilidad, por un razonamiento muy simple y que el alcalde expresó en su entrevista con Carmen Aristegui: cuando un padre de familia no tiene que darle de comer a sus hijos va a salir a la calle por muy severas que sean las medidas.
En la ciudad colombiana las acciones se planificaron con base en información y en nuevas tecnologías. Quintero explicó que desde que a nivel nacional se veía al Covid-19 como algo lejano, en Medellín se comenzó a construir una base de datos y una estrategia para que toda persona que necesitara ayuda se registrara y recibiera su renta básica, alimentos y atención médica a domicilio en caso de necesitarla.
Esto permitió identificar de manera oportuna los brotes y delimitar las zonas de la ciudad en que se debía actuar.
Es más, en Medellín ni siquiera se detuvo la economía, su alcalde narra que se pidió a los negocios que registraran las medidas preventivas que implementarían y se revisó que se cumplieran.
274 muertos son la diferencia entre la planificación basada en datos fidedignos y no en ocurrencias, así como del uso responsable de las tecnologías de la información y la comunicación para coadyuvar en la solución a los problemas de los ciudadanos.