Jesús Lépez Ochoa¿Qué diferencia hay entre quienes el pasado mes de abril propagaron rumores perversos ante una balacera suscitada en la Costera de Acapulco y el fiscal Xavier Olea que declara a la prensa que teme un brote de violencia este fin de semana?La única es que aquella vez fueron anónimos, y en esta ocasión, es nada menos que el responsable de la procuración de justicia en el estado quien, con nombre, apellido, y en plena temporada alta de turismo, siembra el pánico no sólo entre los habitantes de la ciudad más violenta del país, sino entre quienes quieren viajar a este puerto y leen sus declaraciones en Internet.Por cierto que después de ese tiroteo de abril, el Grupo de Coordinación Guerrero decidió nombrar un vocero de seguridad para evitar que ese tipo de desinformaciones se presentaran nuevamente en perjuicio de la tranquilidad de los ciudadanos.Se pensó que las impertinencias mediáticas del fiscal, quien solía contradecir las declaraciones del gobernador Héctor Astudillo evidenciando las graves fallas de comunicación del aparato estatal, habían terminado.Pero ¡ahí está otra vez! Haciendo él mismo lo que le encargaron investigar aquella vez, y no ha resuelto. Atemorizando a la población de una manera cruel, porque si algo mantiene en la psicosis permanente a los ciudadanos de Acapulco, es precisamente la violencia que tácitamente anuncia al decir que teme un brote este fin de semana.A los empresarios que en días pasados dijeron que los bloqueos de los maestros y la inseguridad afectan su economía, les faltó incluir las declaraciones del fiscal Olea.jalepezochoa@gmail.com