Opinion
SIN FIN DE HISTORIAS
Ramiro Arturo Barrera MorenoEl pasado sábado 1 de diciembre de 2018 es un parteaguas en la historia política de nuestro país. Andrés Manuel López Obrador inauguró un estilo totalmente diferente al rancio estilo del priismo y del panismo, que durante décadas nos habían acostumbrado al ceremonial de oropel, del besamanos en Palacio Nacional, donde sólo tenía acceso “la gente bonita”. Este uno de diciembre fuimos de sorpresa en sorpresa, primero con la apertura al pueblo de la ex residencia oficial de Los Pinos, donde a lo largo del día más de 20 mil personas tuvieron acceso a lo que hace apenas un día antes era imposible entrar. Y a partir de ese día todos los edificios y jardines que integran Los Pinos serán dedicados al arte y la cultura.La segunda sorpresa no las dio el propio AMLO, quien dispuso que a sus espaldas lo resguardaran dos jóvenes y una mujer, los tres cadetes, uno del Heroico Colegio Militar, la jovencita del Colegio del Aire y el otro de la Heroica Escuela Naval, con ello se dio por terminada la tradición de que los presidentes de la república fueran resguardados por sus jefes del Estado Mayor Presidencial, el cual desaparece y pasará a formar parte de la Guardia Nacional. Una vez rendida su protesta de ley y ya con la banda presidencial en el pecho, pronunció su primer discurso como Presidente Constitucional de México, el cual duró una hora con 23 minutos, el cual inició muy terso agradeciendo al presidente saliente Enrique Peña Nieto sus atenciones y el hecho de no haber intervenido en el proceso electoral del pasado mes de julio.La tercera sorpresa fue el contenido de su discurso pronunciado ante el pleno del Congreso de la Unión e invitados especiales, donde ponderó a los gobiernos priistas que hicieron posible un crecimiento económico de más de 5 por ciento anual, pero fustigó y fue implacable con los gobiernos neoliberalistas que inició Carlos Salinas de Gortari y concluyeron con Enrique Peña Nieto, donde la corrupción y el saqueo de los bienes de la nación fueron su sello de gobierno.Las frases de mayor trascendencia de este discurso las resumo así: “Si me piden que en una frase exprese el plan del nuevo gobierno, respondo: acabar con la corrupción y la impunidad”. “No tengo derecho a fallarle al pueblo”. “Por el bien de todos, primero los pobres”. “Me comprometo a no robar, dejo en claro que si mis seres queridos cometen un delito, deberán ser juzgados como cualquier otro ciudadano”. “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”. “Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de los gobernantes y la minoría que se ha beneficiado de ella”. “Que se oiga bien y que se oiga lejos, tampoco vamos a endeudar al país”. “En ninguna circunstancia habré de reelegirme, me someteré a la revocación de mandato porque deseo que el pueblo tenga las riendas del poder”. “Aplicaremos rápido, muy rápido los cambios para que si nuestros adversarios nos vencen ya no sea posible dar marcha atrás”. “El presidente de México nunca dará la orden de reprimir al pueblo”. “Se acabará la vergonzosa tradición de los fraudes electorales”. “No olvido, pero sí soy partidario del perdón y la indulgencia… lo fundamental es prevenir los delitos del porvenir…Propongo poner un punto final a esta horrible historia y mejor empecemos de nuevo… en pocas palabras que no haya persecución del pasado y que las autoridades desahoguen en absoluta libertad los asuntos pendientes” “El gobierno no será un comité al servicio de una minoría rapaz, representará a ricos y pobres, creyentes y libres pensadores y a todas las mexicanas y mexicanos”.Por la tarde y en un zócalo de la CDMEX abarrotado por más de 150 mil personas, integrantes de la mayoría de los grupos étnicos del país incluidos ahora sí los olvidados afro mestizos, nos volvieron a sorprender al ser testigos de una emotiva ceremonia de purificación para AMLO y su esposa Beatriz, durante la cual el nuevo presidente se hincó ante un altar ceremonial, recordándonos que ha hecho suya la frase del liberal del siglo XIX Ignacio Ramírez “El Nigromante”, que decía “Yo me hinco donde se hinca el pueblo” y al concluir el ceremonial pronunció un nuevo discurso dirigido al pueblo, donde en 100 puntos dejó en claro su política social y económica y fue allí ante esa masa popular donde pronunció lo que a mi juicio fue la frase más importante y contundente de toda la jornada, “Yo les necesito, porque como decía Juárez con el pueblo todo, sin el pueblo nada. No me dejen solo porque sin ustedes no valgo nada o casi nada; sin ustedes, los conservadores me avasallarían fácilmente. Yo les pido apoyo, porque reitero el compromiso de no fallarles; primero muerto que traicionarles”.Finalmente les comentaré que me causaron risa los sesudos análisis de los comentaristas “estrellas” de Televisa, sobre todo de Carlos Loret, fiero opositor de Andrés Manuel, quien mencionó “están muy bien las propuestas y las dejó muy en claro, pero eso implica DINERO, DINERO Y DINERO, no nos dijo ¿de dónde lo va a sacar”. Estos tipejos todavía dudan que con una administración honesta se puedan lograr los cambios que necesitamos y es lógico su escepticismo ya que desde siempre han formado parte importante de un régimen corrupto que no está herido de muerte y aún puede ser peligroso. En su mente no cabe la idea de que “NO ROBAR, NO MENTIR, NO TRAICIONAR”, pueda ser cumplida por un hombre que con la ayuda de TODOS cambiará la historia de nuestra patria.