SIN FIN DE HISTORIAS

VIACRUCIS EN EL IMSS

Ramiro Arturo Barrera Moreno

Cuando era niño hace uuuuuun chorro de años, escuché que las siglas del IMSS querían decir “Importa Madre Su Salud” y así a lo largo de mi vida he escuchado múltiples referencias sobre esta institución, creada en el año de 1943 por el presidente de la república Manuel Ávila Camacho. 77 años han pasado y el “seguro”, como popularmente se conoce al Instituto, en lugar de evolucionar podemos decir que ha “involucionado” en cuanto a la calidad de sus servicios y no así en cuanto al número de sus derechohabientes, que en el 2018 éramos 80 millones de mexicanos, es decir 6 de cada 10 connacionales estamos afiliados al IMSS. En pocas palabras, debido a la gran corrupción registrada en los gobiernos del PRIAN, el “seguro” no quedó exento de sufrir el saqueo de su patrimonio, un botón de muestra: en el año 2011 la revista “Animal Político”, publicó un reportaje firmado por Juan Veledíaz que consignaba: “Son más de 100 millones de pesos en equipo médico robado al Seguro Social durante el sexenio de Felipe Calderón. Al hurto de aparatos especializados del interior de las clínicas, se suma el robo de niños, fenómeno sobre el que la institución guarda silencio. “¿A dónde se está yendo todo esto?”, cuestionan médicos especialistas que conocen la utilidad de los equipos. ¿Existe una mafia que opera “sobre pedido”?”.

En nuestro querido Zihuatanejo la Clínica Médica del IMSS se identifica como HGZMF número 8 y confronta una serie de situaciones muy graves, que afectan tanto al personal que a diario hacen lo que pueden con lo que tienen, ante el creciente enojo de los derechohabientes que padecemos desde la falta de medicamentos, carencia de médicos especialistas, los traslados infames al puerto de Acapulco a recibir una consulta médica de especialidades comunes como cardiología, neumología, dermatología, oncología, oftalmología etc., que se reciben el Hospital Regional Vicente Guerrero, ubicado en la Av. Ruiz Cortines, u otros servicios como mastografías, resonancias magnéticas y otros que se otorgan en la famosa UMAA (Unidad Médica de Atención Ambulatoria), ubicada rumbo al aeropuerto de Acapulco, a la que los pacientes deben llegar por sus propios medios, pagando servicios de taxi que van de los 250 a los 300 pesos, o tomar transportes colectivos de pésima calidad e inseguros. Los enfermos de traslado al puerto de Acapulco, tenemos que soportar viajar durante cinco horas en los incómodos camiones de una empresa de viajes turísticos contratada para tal fin, que realiza viajes diarios de lunes a viernes, tanto a Acapulco como a la Ciudad de México, a donde también trasladan enfermos. ¿Se imaginan ustedes cuanto está gastando el IMSS diariamente por mover a sus enfermos, si la tarifa de un camión oscila entre los 20 y 22 mil pesos por viaje a Acapulco y los 35 mil a la CDMEX? Y olvidaba decir que son muchos los enfermos que van a Acapulco, que viajan en un autobús que sale a las 4 de la mañana de Zihuatanejo y recoge personas a lo largo de la Costa hasta San Jerónimo y como no caben en el autobús, también sale un vehículo de 15 o 17 pasajeros lo cual incrementa el gasto diario.

Cabe mencionar que la clínica del IMSS Zihuatanejo atiende alrededor de 80 mil personas, ya que recibe enfermos de los municipios de Petatlán, La Unión y Zihuatanejo, en instalaciones que ya son obsoletas, con insuficientes consultorios de medicina familiar, con escasas camas de hospitalización y con algunos edificios que datan de hace 50 años. Por ello, el descontento crece y está surgiendo un grupo de personas afiliadas al IMSS, que pretendemos iniciar un movimiento PACÍFICO, SIN ACUSAR NI ECHAR CULPAS A NADIE, cuya finalidad es AYUDAR a las autoridades actuales del IMSS Zihuatanejo, para que desde el gobierno federal reconozcan que en nuestro puerto existen graves deficiencias y carencias. Aclaramos que este movimiento es ajeno a cualquier partido político u organización social, que surge de la necesidad, desesperación e impotencia de los derechohabientes al ser mal atendidos. En días próximos iniciaremos acciones para concientizar al mayor número de afiliados al IMSS, para que firmen una carta dirigida al Maestro Zoé Alejandro Robledo Aburto, director General del IMSS, con copia al presidente Andrés Manuel López Obrador, para que se resuelva a la mayor brevedad la problemática que confrontamos.