Estatal
Tensión en Xaltianguis; familias desplazadas ya no regresaron al pueblo
* Venganza personal el fondo de los conflictos entre grupos de civiles armados.
Claudio Vargas
Acapulco de Juárez, Gro., (Noviembre 29, 2019).- Incertidumbre, temor y miedo se respira en Xaltianguis, comunidad del Acapulco rural, con más de 35 mil habitantes, donde hay al menos cien familias desplazadas que se fueron por conflictos entre civiles armados.
Habitantes de uno de los pueblos más grandes del municipio de Acapulco de Juárez, sostienen que el fondo de los conflictos entre Los Dumbos y la UPOEG son por venganzas personales.
Calles y avenidas de esa comunidad están solas, la gente camina con miedo, ante el temor de que se presenten nuevos episodios de violencia. Ante estos acontecimientos, el gobierno ha implementado un dispositivo de seguridad para garantizar la paz y la tranquilidad de hombres, mujeres y niños en esa zona apartada.
En la entrada y salida de Xaltianguis hay un grupo de fuerzas especiales de la Marina Armada de México así como elementos de la Guardia Nacional, listos para actuar si intentan regresar Los Dumbos a generar violencia, saquear o quemar viviendas.
Por acuerdo de los pobladores, ya no quieren a ningún grupo de civiles armados en esa comunidad rural. Solicitaron al gobierno del estado y del municipio que garanticen lo que mandata la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a saber: garantizar la seguridad y tranquilidad de los ciudadanos.
Y es que la seguridad es un derecho que ampara nuestras leyes para que el ser humano, niño o adulto, mujer u hombre, pueda vivir en un ambiente de paz. La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos garantiza la protección de la persona, familia y propiedades. El espíritu de la Constitución es brindar a todos, sin distinción, el derecho a vivir bajo el amparo de las leyes y protección legítima de las autoridades, esto se deriva de las llamadas garantías de seguridad.
Mientras tanto en puertas y ventanas se observan cadenas de acero y candados, para proteger las viviendas de nuevos saqueos. Pero sus dueños, eso fue lo único que alcanzaron hacer bajo el manto protector de los cuerpos de seguridad de los tres órdenes de gobierno, porque después de eso ya no regresaron.