Víctor M. Alvarado
Zihuatanejo, Gro., (Marzo 24, 2025).- Ante la proximidad del periodo vacacional de Semana Santa, crece la preocupación por las quejas de turistas sobre la imposición de propinas en algunos restaurantes de playa, lo que afecta la imagen del destino. A través de redes sociales, visitantes han denunciado que en ciertos establecimientos la propina es prácticamente obligatoria, una práctica que genera incomodidad entre los clientes.
Al respecto, el presidente del Grupo Empresarial Ixtapa, Agapito Granados Reséndiz, destacó que la propina debe ser un reconocimiento al buen servicio y no una exigencia. “Este pago adicional al consumo es una decisión voluntaria del cliente, no se puede ni se debe exigir”, enfatizó.
Señaló que este problema se presenta principalmente en restaurantes ubicados en la orilla de la playa, donde la falta de capacitación de los meseros puede generar una mala experiencia para los turistas. “Los establecimientos responsables no agregan la propina a la cuenta de consumo porque saben que se trata de un extra que el cliente decide otorgar”, agregó.
Granados Reséndiz subrayó la importancia de la capacitación en este oficio, destacando que en algunos restaurantes de Ixtapa los meseros están mejor preparados, mientras que en las playas existe una alta rotación de personal, lo que impacta en la calidad del servicio. “No es lo mismo un mesero de un restaurante formal que uno que trabaja en una enramada de playa”, explicó.
El empresario destacó que ser mesero requiere formación y profesionalismo, ya que existen normas específicas para brindar un buen servicio. Señaló que muchas de las quejas sobre el destino provienen de turistas que han tenido malas experiencias en establecimientos de la franja costera, donde algunos trabajadores no cuentan con la preparación adecuada. “Luego dicen: Nos dieron mal servicio en Zihuatanejo; el mesero no estaba presentable, tenía aliento alcohólico, sin uniforme”, comentó.
Finalmente, hizo un llamado a los restauranteros a invertir en capacitación para sus empleados, especialmente en las zonas de mayor afluencia turística como Playa Linda, Las Gatas y, en menor medida, Playa Larga. “Estas acciones no solo mejorarán la experiencia de los visitantes, sino que también contribuirán a fortalecer la imagen del destino”, concluyó.
