Rosario HernándezChilpancingo, Gro., (Mayo 16, 2019).- El video difundido en días pasados que muestra a un pequeño grupo de niños de la localidad de Rincón de Chautla, en Chilapa, demostrando con palos posiciones de tiro y de portación de armas, sólo fue un acto publicitario para llamar la atención, afirmó el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno.Durante la cuarta sesión ordinaria del Sistema de Protección Integral de Niños y Adolescentes del Estado de Guerrero, celebrada en Acapulco, el ombudsman guerrerense dijo que desde el primer momento en que se enteraron del caso subieron a esa comunidad alejada, donde al igual que en otras proliferan grupos armados que se autodenominan policías comunitarias.Indicó que hablaron con los jefes que se autodesignan dentro de ese esquema comunitario y les dieron a conocer que sólo fue un acto publicitario para llamar la atención.“No encontramos ninguna evidencia de que se hayan tomado acciones y que los niños se hayan involucrado en el desarrollo de algún enfrentamiento o acciones preparatorias que tengan que ver con ello”, afirmó Navarrete Magdaleno.Insistió en que el contenido del documento y las posiciones básicas de tiro que demostraron los niños fue una acción preparada por alguien que conoce de algunas cuestiones que tienen que ver con la milicia.“En ese sentido les pedimos que todas las energías, la fuerza, las ideas que debamos aplicar en el desarrollo, en la crianza de los hijos, pues habría que canalizarlas por la vía del orden, por la vía institucional”, explicó.Comentó que cerca de esa zona hay espacios educativos como un kínder y una primaria, sin embargo, por problemas de seguridad, la Comisión Nacional de Fomento Educativo (Conafe) decidió retirar del lugar a sus instructores.En el referido video que circuló hace unos días, los niños advertían que “si nos matan un comunitario, vamos por 10 sicarios”.En la lectura del texto aseguran ser sobrevivientes de un enfrentamiento armado ocurrido el 27 de enero por parte del grupo criminal Los Ardillos, y la Policía Comunitaria del Rincón de Chautla, el cual dejó como saldo 12 muertos.“Los niños que hoy somos sobrevivientes de un ataque sanguinario seguimos en la lucha porque sabemos que van a regresar y van a atacar de vuelta a nuestra policía”, aseguraba un niño que siempre estuvo al frente de sus compañeros, hecho que causó una gran indignación ya que se vulneraban sus derechos humanos elementales.